Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

STAR WARS: Las bases sobre las que se sustenta la creación de una mitología propia (1)

THX-1138 era un “remake” o una puesta de largo, según se quiera ver, de un corto titulado Electronic Labyrinth THX-1138: 4EB, que fue realizado por George Lucas en el año 1967, cuando cursaba sus estudios en la Universidad del Sur de California.

A finales de ese mismo año, George Lucas logró entrar a trabajar en los estudios Warner, merced a una beca anual que se concedía a los mejores estudiantes de la escuela de cinematografía de su universidad. Una vez allí, Francis Ford Coppola le dio una oportunidad y, al poco tiempo, Lucas se había convertido en el ayudante del veterano director mientras éste rodaba The Rain People. En realidad, George Lucas pudo formar parte del pequeño equipo técnico de la película, dado que, previamente –y gracias a la intervención de Coppola- el estudio le había encargado un guión cinematográfico de su corto THX-1138: 4EB y, con el dinero adelantado, se pudo sumar al grupo.

Dos años después, el estudio le encargó a Coppola el desarrollo de una serie de películas de bajo presupuesto, pero que mantuvieran el espíritu –y los beneficios- de producciones tan bien consideradas como lo fueron Easy Rider (Dennis Hooper, 1969) o Midnight Cowboy (John Schlesinger, 1969). Entre las películas propuestas estaba la que sería la ópera prima de George Lucas, THX-1138.

THX-1138 –considerada, en la actualidad, película de culto- fue un reto profesional y un film de pensamiento provocador, inspirado en las grandes obras de la ciencia ficción, tales como 1984, de George Orwell o Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley.

Dicho todo esto, la película fue un absoluto desastre de taquilla, razón por la cual, la productora y distribuidora Warner Bros decidió cancelar no sólo los futuros proyectos con el joven realizador, sino aquellos trabajos que estaban relacionados con la productora en la que trabajaba Lucas, American Zoetrope Pictures, propiedad de Francis Ford Coppola.

Después de ese fracaso, y siguiendo el consejo de Coppola –con quien había entablado ya una buena amistad- George Lucas se puso a trabajar en una película que gustara al público en general y no, solamente, a una minoría amante de los futuros distópicos.

Su siguiente película, American GraffitiAmericanGraffiti (1973), se alejaba mucho de los pensamientos futuristas y herméticos de los que hacía gala su predecesora, y su base argumental se sustentaba en las experiencias personales vividas durante la juventud del propio Lucas. Esta vez, la película sí consiguió no solamente amortizarse, sino lograr que el público acudieras hasta las salas de cine, convirtiéndose en uno de los éxitos de aquel año.

Lo más curioso del caso es que American Graffiti no fue una película respaldada por los jefes del estudio Universal -quien se encargó de su distribución cinematográfica- pero, dados los buenos resultados de taquilla, se permitió el que Lucas pudiera afrontar un siguiente proyecto, más ambicioso y con mayores medios.

La idea de Lucas para su siguiente proyecto, en realidad, no era nueva y le venía rondando la cabeza desde antes de rodar American Graffiti, incluso desde antes de eso. Todo esto queda claro al leer dos entrevistas publicadas entre 1976 y 1977.

Me encantaban los comics de Flash Gordon. Tras THX 1138 lo que quería hacer era una película de Flash Gordon. Para ello, intenté comprar los derechos a Kings Features, pero me pedían muchísimo dinero, más del que yo me podía permitir, y, además, querían que fuera Fellini el que llevara a cabo el proyecto. Nota 1:

Decidí que lo que quería hacer era una película para niños, moverme por la ruta establecida por Disney. A Fox no le hace ni pizca de gracia el que yo diga esto, pero Star Wars fue pensada para ser una película para gente joven. Así como American Graffiti está establecida para un público entre dieciséis y dieciocho años de edad, Star Wars tenía un público objetivo de catorce años o incluso más joven.

Stephen Zito entrevista a George Lucas. American Film Magazine Volumen 2# 6. Abril de 1977

La gente joven de hoy no tiene una vida interior de fantasía, no como la tuvimos nosotros. No es de extrañar que haya un montón de chiquillos corriendo por ahí, queriendo ser policías de gatillo fácil.

La razón por la que estoy haciendo “Star Wars” es que quiero ofrecerle a la juventud una especie de entorno exótico, lejano, en el que puedan dejar correr su imaginación. Quiero que descubran lo vasto que puede ser el espacio. La ciencia ficción no está mal, pero se ha centrado tanto en la ciencia que se ha olvidado de proporcionar aventuras. Quiero que, al ver “Star Wars” lleguen a pensar que todo es posible. Quiero que digan ¿A que sería genial si pudiéramos ir a pasar un rato en Marte? Los chicos de hoy en día tienen una juventud muy aburrida.

From 'American Graffiti' To Outer Space by Donald Goddard. New York Times. 12 de septiembre de 1976

Sin embargo, y a pesar del éxito de American Graffiti, su proyecto de “Space opera” -en un principio compuesto por varios capítulos- fue rechazado en 1975 por los estudios United Artists y Universal, que lo consideraron demasiado extraño, caro y arriesgado para la época. Finalmente, fue 20th Century Fox quien dio luz verde al proyecto; eso sí, a una sola película con un presupuesto que no superara los 200.000 dólares. Nota 2:

Fue todo gracias al apoyo de Alan Ladd, Jr., director de desarrollo de proyectos del estudio. Ladd, que había visto American Graffiti, supo ver las posibilidades del proyecto y le entrego $15.000 a George Lucas para que escribiera un guión de la película. Supuso un alivio muy grande, dado que, con ese dinero, me deshacía de mis deudas y podía sobrevivir el resto del año.

Lo que Alan Ladd, hijo del mítico actor de Hollywood –del mismo nombre- supo ver en la idea que le presentó George Lucas fue el torrente de influencias que ésta ofrecía. George había incluido un montón de propuestas. En un primer momento quería usar solo actores japoneses. Él describía el tipo de película que quería hacer, del estilo de Capitán Blood, pero tenía muchas ideas diferentes. Sin embargo, yo entendí desde el primer momento lo que iba a hacer y creí que lo podría llevar a cabo.

Charles Champlin. George Lucas. The Creative Impulse. Virgin Books 1992, 1997.

Durante el proceso de creación, George Lucas fue reuniendo distintas fuentes para lograr crear su propio universo. Éstas incluyen elementos de la ciencia ficción más clásica, obras literarias, tanto la más clásica como aquella derivada de las revistas pulp, estudios de antropología, sociología y mitología, los personajes gráficos –sobre todo aquellos que provenían de las tiras y dominicales de prensa- así como los seriales cinematográficos y las películas de serie B de los años cuarenta y cincuenta. Lo que luego hizo el joven director fue añadir toques de acción, humor y fantasía -rara vez vistos en ese momento- para dotar a su historia de una personalidad propia y crear, con ello, una nueva mitología contemporánea.

Lo primero que hice fue tomar ciertos principios mitológicos y aplicarlos a una historia, pero, claro está, tuve que dejar eso de lado y simplemente escribir lo que quería. Lo curioso del caso es que, una vez que volví a releerla, y empecé a aplicar los principios mitológicos, éstos ya estaban incluidos en mi historia, de forma inconsciente. Todos ellos estaban inmersos en el guión. Lo que hice fue pulir todo un poco y, si encontraba algo en lo que me hubiera desviado un poco del camino, lo rescribí para hacerlo más, mitológicamente hablando, universal.

Mary Henderson. Interview con George Lucas en Skywalker Ranch, California. 27 de septiembre de 1996

Una vez que el joven director asumió que no podría adaptar el personaje de Alex Raymond, tal y como ya se ha comentado anteriormente, decidió que lo mejor era crear sus propios personajes. Me di cuenta de que podía crear personajes tan fácilmente como lo hiciera Alex Raymond, quien, a su vez, se basó en la obra de Edgar Rice Burroughs para definir al suyo. Se trata del superhéroe básico en el espacio exterior. Llegué a la conclusión de que lo que quería hacer era una película de acción de fantasía, contemporánea. Raymond se basó, sobre todo, en la serie de libros de John Carter de Marte. Leí esa serie y descubrí que lo que había motivado a Burroughs fue una obra de Edwin Arnold llamada Gulliver on Mars, publicada en 1905. Es la primera historia de este género que conozco.

Stephen Zito entrevista a George Lucas interview. American Film Magazine Volumen 2# 6. Abril de 1977

Tras los dos primeros guiones escritos, desarrollados entre mayo de 1974 y enero de 1975 –aunque el primer borrador data del año 1973- Lucas quiso que al comienzo de la primera película cinematográfica apareciera el epígrafe Episodio IV, dado que la historia, cada vez más compleja y extensa, se podía contar mejor si todo arrancaba en el medio, pero la productora se negó a ello alegando que eso confundiría al público, el cual creería que se había perdido los tres episodios anteriores.

Gary Kurtz, productor de las dos primeras películas cinematográficas contaba, en 1980, la razón que se escondía detrás de esta “extraña” decisión, según expresaron los entonces directivos del estudio 20th Century Fox

Algunas películas funcionan mejor, o parecen que funcionan mejor, si empiezan desde la mitad. Esto se aplica a muchas de las películas de bajo presupuesto que hice con Roger Corman. Para empezar, al arrancar desde la mitad, no hay que aclarar muchas cosas y se puede dar paso directamente a la acción. Queríamos dar esa sensación con Star Wars, que el público sintiera que la película estaba ya empezada, aunque acabaran de sentarse en la butaca.

Star Wars se debía haber llamado desde un principio Star Wars, Episode 4 — The New Hope. Era nuestro homenaje a los antiguos seriales cinematográficos. Al final se decidió eliminar el título del episodio, porque se pensaba que podría dar a confusión.

The Empire Explained. Gary Kurtz interview by David Houston. Starlog# 36. Julio de 1980

Posteriormente, y tras el éxito cosechado con la primera de las películas, George Lucas pudo aprovechar el primer reestreno de ésta en 1979 para titularla con el nombre que tenía pensado desde el principio, Episodio IV: Una Nueva Esperanza,Episodio IV: Una NuevaEsperanza título con la que se identifica a la película a partir de entonces. Desde ese momento quedó claro para el público que se trataba del cuarto capítulo de una serie a la que le faltaban aún los tres primeros.

El joven director también se aseguró de promocionar su idea -como una opción, ante un posible fracaso en la taquilla- utilizando para ello distintas herramientas, fundamentalmente, la versión en formato libro y comics de la película, así como el control sobre cualquier producto derivado y/o basado en los personajes que aparecían en la cinta.

En aquellos años, el concepto de merchandising no estaba tan desarrollado como en la actualidad. Por ello, el estudio accedió sin muchos miramientos a la petición de Lucas, más si tiene en cuenta que éste había renegociado su contrato con el estudio y lo que primaba era recuperar el dinero invertido, no pensar en futuras ganancias derivadas en un producto en el que, para empezar, muy pocos creían.

Hoy en día, nadie duda del enorme negocio en el que se ha convertido la saga galáctica, pero, en aquellos años, nadie se paraba a pensar en lo que vendría después y, mucho menos, en que el fenómeno se mantuviera vivo durante casi cuatro décadas.

Una vez que, 1983, se estrenó El retorno del Jedi, la creación de George Lucas ya formaba parte de la mitología popular. Es más, se había convertido en un clásico del cine, con millones de seguidores a nivel mundial, los cuales que esperaban con ansia la continuación de la saga. Tras el estreno y durante varios años el director hizo declaraciones contradictorias acerca de sus planes para la saga, avivando con ello la expectación entre los aficionados.

Se llegó a anunciar poco después del estreno de El Retorno del Jedi que se comenzaba a rodar un Episodio VII, hecho posteriormente desmentido. También se habló de rodar Las Aventuras del Joven Obi-Wan Kenobi, aunque luego se rodaran dos aventuras de los Ewoks -Caravan of Courage: An Ewok Adventure (John Korty, 1984) y Ewoks: The Battle for Endor (Jim y Ken Wheat, 1985)- ambas producciones para la televisión, aunque la primera se estrenara en los cines europeos.

© José Gracia Pont, 2016

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016

THX-1138 © 2016 American Zoetrope & Warner Bros.

John Carter of Mars © and TM 2016 Edgar Rice Burroughs Inc.

Cover art by Frank E. Schoonover from A Princess of Mars by Edgar Rice Burroughs, McClurg, 1917.

Nota 1: La historia cuenta que el productor Dino De Laurentiis quería que Federico Fellini dirigiera la película de Flash Gordon, dado que el director italiano había dicho en repetidas ocasiones que, en su juventud, había escrito guiones de dicho personaje para el mercado italiano, durante la Segunda Guerra Mundial. En esos momentos, antes y durante la guerra, la censura fascista prohibía publicar nada que viniera del mercado anglosajón. No obstante, las editoriales italianas, siguieron publicado versiones no autorizadas de personajes populares de tira de prensa, tales como Flash Gordon, pero realizadas por autores italianos.

Con el paso de las décadas, no se pudo certificar de manera fehaciente que Federico Fellini llegara a guionizar dicho personaje, pero sí es cierto que trabajó en la editorial Edizione Nerbini, que era quien publicaba ésta y otras historias. Lo que sí es posible que sucediera es que el futuro director llegara a desarrollar una o varias historias protagonizadas por Flash Gordon y luego un guionista las utilizara como base para una o varias tiras de prensa. Independientemente de esto, Federico Fellini fue siempre un gran aficionado al noveno arte. No es de extrañar que, la primera vez que pisó Nueva York, saliera corriendo no a ver las atracciones turísticas de rigor, sino a conocer las oficinas de Marvel Comics y a Stan Lee.

Nota 2: En realidad y tal y como cuesta la historia, ni siquiera el agente de George Lucas en aquel momento, Jeff Berg, ni su abogado, Tom Pollack, entendían de qué iba una historia titulada The story of Mace Windu, a revered Jedi-bendu of Ophuchi who was related to Usby C.J. Tharpe, a padawaan leader to the famed Jedi, aunque ambos accedieron a enseñar aquel primer borrador a diferentes estudios de cine, sobre todo a United Artists, interesado en producir una historia de ciencia ficción espacial, en aquellos años.

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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

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