Advierten de que los hogares de los enfermos mentales se pueden convertir en pequeños manicomios
El enfermero y profesor de psiquiatría en la Universidad de Alcalá de Henares Francisco Megías-Lizancos advirtió este martes que los hogares de los enfermos mentales se convertirán en “pequeños manicomios”, si no se destinan más recursos intermedios para su atención.
Megías-Lizancos reclamó más centros de día, de rehabilitación y de reinserción sociolaboral para los enfermos mentales durante una rueda de prensa con motivo del XXIV Congreso Nacional de Enfermería de Salud Mental, que se celebrará en la capital grancanaria desde este martes y hasta el viernes bajo el lema El compromiso en los cuidados de salud mental.
El experto y coordinador del congreso consideró que el enfermo mental por muy bien diagnosticado que esté “no puede permanecer permanentemente en casa”, pues la familia carece de la formación adecuada para atender todas las vicisitudes que puede plantear.
Destacó que los manicomios fueron clausurados con la reforma sanitaria que se llevó a cabo en España durante la transición política, pero, con la nueva situación creada, las familias están expuestas a sufrir las mismas consecuencias que entonces se generaban en esos centros.
Los pacientes con problemas mentales enfermaban por el hecho de estar ingresados y también sufrían patologías quienes estaban alrededor de estos enfermos, pues terminaban también trastornados, subrayó Megías-Lizancos.
La profesora titular de Salud Mental en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Josefa Ramal, también coordinadora del congreso, compartió la preocupación Megías-Lizancos, pese a los numerosos dispositivos que se han habilitado con la reforma llevada cabo en este campo de la sanidad y que a Canarias llegó con un retraso de diez años, con sus ventajas e inconvenientes.
Ramal señaló que se han puesto en marcha numerosos dispositivos en las Islas, pero es preciso que se valore en cada momento las necesidades de crecimiento de personal y los servicios que se precisan en cada zona, en función de las problemáticas que presenten.
A su juicio, se dispone de “los primeros intentos para resolver el problema”, pero habrá que establecer más servicios en función de las necesidades que demanden los enfermos y las familias, a los que es “importante escuchar”, demandó la enfermera.
Ramal, por otra parte, consideró necesario que se establezcan redes de coordinación entre la atención primaria y la especializada, pues manifestó que muchos de los enfermos que se derivan a esta última podrían ser atendidos en sus centros de salud.
Destacó que cada vez son más las personas que acuden al médico para resolver problemas como la ansiedad o el estrés, que antes se solucionaban sin la necesidad de un experto.
La coordinadora del congreso informó también de que durante la reunión se pedirá a los gestores y políticos sanitarios que se prime la contratación de enfermeros cualificados en el área mental.
Así mismo, dijo que otra de las cuestiones a abordar es la necesidad de definir el significado de la palabra compromiso por parte del enfermero, cuya labor fue considerada, tanto por Ramal como por Megías-Lizancos, como primordial en el tratamiento y cuidado del enfermo mental.
Sobre este aspecto, Megías-Lizancos destacó que, en el congreso, dos enfermeros que trabajan en las Islas presentarán dos novedosas actuaciones con pacientes que podrán servir de ejemplo para otras regiones tanto de España como de Europa.