Aumenta la violencia machista entre mayores de 65, las mujeres que más tardan en denunciar

Imagen de archivo de una mujer mayor.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

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La violencia de género y las llamadas a emergencias para pedir auxilio van en aumento en Canarias entre mayores de 65 años, las mujeres que más tiempo tardan en denunciar malos tratos. En el primer trimestre de 2021 se han detectado 102 llamadas entre mujeres de esa franja de edad al Servicio de Atención a Víctimas del Archipiélago, cuando en el año anterior fueron 58 las registradas. La mayoría son llamadas de “emergencia”, es decir, “aquellas en las que corre peligro su vida”, explica la directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Kika Fumero, quien recuerda que aunque no nos encontramos en una situación de confinamiento total, donde existe mayor exposición a la violencia machista (como así se constató en los meses de marzo a mayo del año pasado), sí que “vivimos de una manera más confinada que antes de la pandemia”, es decir, con menos relaciones sociales, saliendo menos de casa y en grupos burbuja, y esto supone un factor clave. 

Si se tienen en cuenta todas las franjas de edad, desde enero hasta marzo se ha detectado en las Islas un total de 3.322 llamadas al Servicio de Atención a Mujeres Víctimas de Violencia (SAMVV), del 1-1-2, pero el dato más preocupante que detalla Fumero es que el 69% fueron de “emergencia”. “Es un dato sumamente escandaloso, cuando antes estábamos por debajo del 50% y la diferencia es muy grande”, subraya. En el caso de las mayores de 65 rara vez llaman a este servicio para informarse, sino para pedir auxilio. 

Se trata además de mujeres que tardan una medida de 15 años en denunciar los malos tratos, según Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. En la macroencuesta de violencia contra la mujer se resaltan datos como que “puede concluirse que las mujeres mayores han ocultado la violencia vivida en la pareja en mayor medida que las mujeres de menor edad”. Entre las razones se sitúa el hecho de que al no haber recibido tanta información y educación afectivo-sexual no detecten esta violencia, o lo hagan en menor porcentaje. El estudio reflejaba que las mujeres mayores muestran prevalencias de violencia ligeramente más altas y que las que han sufrido violencia física o sexual de parejas pasadas mencionan en mayor medida (23,3%) que no recibieron asistencia sanitaria tras esos hechos, pero que la hubiesen necesitado. Así mismo, acuden en menor proporción a servicios de ayuda formal y a personas de su entorno. 

Kika Fumero señala que la violencia económica afecta en gran medida a mujeres mayores, también por parte de otros hombres de la familia que no son su pareja y más en momentos de crisis como la actual derivada de la pandemia. La directora del Instituto Canario de Igualdad anuncia que la ley canaria en materia de violencia de género se está revisando para adaptarla al Convenio de Estambul y a otros tratados internacionales que han sido ratificados por España para incluir entre otras la violencia económica. En cuanto al tipo de agresor detectado por el Servicio de Atención a Mujeres Víctimas en las llamadas registradas al 112, se destaca que más de la mitad sigue siendo la pareja pero ahora hay más hijos. Si el año pasado representaban un porcentaje de 2,98, este año supone el  4,18%.

Más víctimas mortales mayores

Esta semana una mujer de 85 años fue asesinada por su hijo en Gran Canaria, un crimen que ha sido condenado por el Gobierno regional como violencia machista, ya que la norma canaria sí que contempla como tal toda violencia ejercida hacia las mujeres por el hecho de serlo, más allá del ámbito de la pareja o expareja. Se trata de un caso que no es aislado, ya que a principios de 2021,  otra mujer de 70 años fue asesinada por su hijo en la misma isla. Con este caso, son 97 las víctimas mortales por violencia de género que contempla el Archipiélago desde el año 2003, momento en el que comenzó a realizarse el registro oficial. 

Fumero afirma que en otras ocasiones había sido cautelosa antes de condenar los hechos porque en algunos casos el crimen había sido cometido por una persona de la familia con problemas de esquizofrenia. No obstante, después de consultarlo con expertos, psiquiatras y psicólogos se ha llegado a la conclusión de que tiene que ser la judicatura quien determine los atenuantes en el juicio porque es quien tiene competencias para ello y no el Instituto Canario de Igualdad, ya que sería “estigmatizar la esquizofrenia”. “A las personas con esquizofrenia o con problemas de  salud mental no se les presupone un asesinato o que puedan cometer un delito”, añade. La directora del ICI remarca que el hecho de que una persona con esquizofrenia cometa este tipo de crímenes tiene que ver con la cultura y educación machista recibida. 

Durante el pleno confinamiento de abril de 2020 también fue asesinada una mujer de 78 años en el barrio de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, por su marido, de 63 años y con el que convivía. En este caso constaban dos actuaciones por violencia de género, una en 2008 y, la última, en el año 2019, pero la víctima no quiso continuar con el procedimiento y no se acordó medida alguna por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. 

Esta extrema exposición a la violencia de género durante el confinamiento también llevó a que se habilitaran herramientas como Mascarilla-19, una clave para denunciar en las farmacias la violencia sufrida y que han utilizado 45 mujeres hasta ahora en las Islas. La campaña ha sido replicada en al menos 12 comunidades autónomas y 20 países. Fumero destaca que es una de las iniciativas que ha ayudado a visibilizar la violencia machista, pero a ello se le suman otras como el hecho de que se hable más de este tema en los medios de comunicación. En este sentido, destaca el documental sobre el caso de Rocío Carrasco, que tras su emisión ha disparado las llamadas al 016 en hasta un 42%. 

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