La cara oculta de la Marcha por la Paz

La palabra del Mesías de los Andes llega a Gran Canaria. La Red de Prevención Sectaria, presidida por Juantxo Domínguez, lleva días alertando de quién se esconde detrás de la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia convocada este sábado en Las Palmas de Gran Canaria: una secta denominada La Comunidad, con sus diversas ramas como el Partido Humanista, el Movimiento Humanista o la ONG Mundo sin Guerras, que siguen la doctrina de su fundador, Silo.

La iniciativa aparentemente altruista ha contado con el soporte publicitario a través de Guaguas Municipales -este mismo miércoles, los carteles anunciadores incluían el respaldo institucional del Ayuntamiento de la capital y el Cabildo Insular- y el apoyo desinteresado de numerosos artistas canarios, que han grabado un video en el que se inserta también El Mensaje de Silo, la doctrina fundada en 1969 por Mario Rodríguez Cobo, un argentino oriundo de la provincia de Mendoza, cuyo movimiento ha sido formalmente calificado de secta por los parlamentos de Alemania o Bélgica, entre otros países.

El presidente de RedUNE ha denunciado a CANARIAS AHORA que las instituciones públicas grancanarias “están apoyando, sin saberlo, una iniciativa surgida de la secta internacional denominada La Comunidad”. Fuentes municipales consultadas por este diario confirmaron el intento de los promotores de la Marcha de que el alcalde de la ciudad, Jerónimo Saavedra, se sumara a la manifestación e incluso leyera el manifiesto aparentemente inocuo en favor de la paz y la no violencia, descartado finalmente por el Consistorio.

Lo cierto, es que la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia que ha de terminar el 2 de enero, precisamente, en los Andes, utiliza los logotipos del Ayuntamiento capitalino y del Cabildo Insular para convocar a la ciudadanía este sábado a las 11:00 horas, desde Presidencia del Gobierno hasta el Parque de Santa Catalina.

La doctrina siloísta, presente en España desde 1975

La Red de Prevención Sectaria ha explicado a este periódico la trayectoria de Silo, conocido como El Mesías de los Andes. Fundó su doctrina en Punta de Vaca (Chile), a los pies del Aconcagua, como un mensaje altruista de humanizar la tierra. Su movimiento llegó a España en 1975 y se convirtió en La Comunidad, en 1977, y desde 1983 en el Partido Humanista, muy presente en Gran Canaria durante la década de los ochenta. Se han dado a conocer también como Movimiento Siloísta, Forum Humanista o Ecologistas.

La doctrina de Silo persigue la autoliberación por técnicas de catarsis psico-somáticas de relajamiento y purificación, autoestudio, relax o gimnasia psicofísica. Para Silo no existe ni cielo ni infierno y sus seguidores buscan la transferencia o el traspaso de lo propio perturbador fuera de uno mismo y la liberación de los traumas psíquicos acumulados en los años anteriores de la existencia de cada uno. Además, consideran que el hombre no nace con espíritu, sino que este va formándose con su madurez. Tampoco creen en el pecado, su culpa ni castigo y apoyan, evidentemente, la no violencia.

La Comunidad es una organización piramidal, regulada meticulosamente por 57 artículos de Normas de Organización y Funcionamiento, con categorías entre sus miembros (adherente, activo, instructor o de escuela, ordenado o de orden, aceptado y Primer Magisterio) y captan a sus nuevos miembros a través de un activo proselitismo en las puertas de escuelas o colegios. Intentan, además infiltrarse en otras organizaciones, sobre todo políticas y centran su financiación en las donaciones de sus adeptos, simpatizantes o extraños.

Para obtener dinero, suelen organizar colectas frecuentes y sus miembros están obligados a aportar fondos semanales, realizar trabajos gratuitos, ventas callejeras de flores, folletos, libros y audios de propaganda u organizar cursos de control mental. RedUNE incluso denuncia que La Comunidad está ligada a la prostitución, tiene unos 4.000 adeptos en España y está implantada en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, La Coruña, Valladolid o Salamanca, y en Asturias y Cantabria.

Intocable para las dictaduras sudamericanas de los 70

Sobre la trayectoria de Silo y su movimiento, en decadencia desde la década de los noventa pero ahora reactivado a través de Mundo sin Guerras y la iniciativa mundial de la Marcha, RedUNE remite también a un reportaje de la revista Más Allá firmado por Mario Coll, en el que se destapa que “tras esta irrupción [del Movimiento Humanista] entusiasta y masiva de los ochenta, toda una serie de corrupciones, fraudes -se llegaron a falsificar las plantillas de sorteos de Cruz Roja-, estafas a compañías de seguros, extorsiones a sus militantes, se fue provocando el desfondamiento y la deserción de los seguidores[...]”.

Explica la revista que “Silo ha seguido viajando a España pero nunca ha querido contestar a preguntas públicamente de militantes que padecieron bajo el mandato de sus lugartenientes, cuando no fueron literalmente esquilmados económica y emocionalmente bajo la presión de no estar lo suficientemente entregados a la causa”.

Y remata Más Allá: “Hay todavía muchas preguntas sin contestar; preguntas que hacen referencia al verdadero origen del movimiento o a por qué este nunca se vio molestado por las brutales dictaduras latinoamericanas, pudiendo Silo salir y entrar sin problemas de su país en momentos francamente difíciles para muchos luchadores por la libertad, máxime teniendo en cuenta que su mensaje era de calado revolucionario. Pero, sobre todo flota en el aire una pregunta: ¿En qué momento se pasó del saludo fraterno a la traición?”.

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