Cientos de intelectuales, periodistas y políticos despiden a Jesús de Polanco

Jesús de Polanco fue enterrado este domingo en el madrileño cementerio de La Almudena después de que cientos de ciudadanos, muchos de ellos colaboradores suyos en el Grupo Prisa, pero también intelectuales, periodistas de otros medios o políticos, le despidieran recordándolo como un defensor de las libertades.

“Fue amigo de sus colaboradores, que encontraron en él un defensor”, además de “un líder de la comunicación” y un luchador por “las libertades”, recordaba en el cementerio el sacerdote José María Martín Patino poco antes de la sepultura.

Con estas palabras coincidía con muchas de las ideas que sobre él han expresado a lo largo de las dos últimas jornadas múltiples voces de primer nivel.

Antes del entierro, hacia las 14.00 horas, y a lo largo de la mañana, hubo en la capilla ardiente, instalada en la sede de la Fundación Santillana, en Madrid, un largo desfile de personas destacadas en todos los ámbitos sociales, el mismo desfile que ya se había producido en la tarde del sábado.

Políticos, entre ellos el presidente del PP, Mariano Rajoy, o el secretario de Organización del PSOE, Pepe Blanco, intelectuales del mundo de la cultura (José Saramago, Premio Nobel de Literatura) o de la ciencia (el cardiólogo Valentí Fuster), expresaron, en la mañana de este domingo, con sus palabras o con su presencia, su profundo respeto por el fallecido.

Rajoy, que llegó a la capilla ardiente acompañado de Gabriel Elorriaga, permaneció una media hora junto a la familia, después de lo cual señaló a los medios de comunicación presentes que “como presidente del Partido Popular he querido manifestar a la familia, en persona, nuestro pesar por la pérdida” de un hombre que creó “un gran grupo de comunicación desde cero”.

José Blanco no quiso hacer declaraciones, como tampoco las hizo el ex presidente Felipe González, que desde ayer, en la clínica y luego en la capilla ardiente, hasta este domingo, en primera línea del entierro, ha permanecido junto a la familia despidiendo a un amigo.

La familia de Polanco recibió también el apoyo en la capilla ardiente de José Bono, ex ministro de Defensa; del portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana; del presidente andaluz, Manuel Chaves; o del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, o el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, Ángel Gabilondo.

El féretro abandonó la sede de la Fundación Santillana entre aplausos de algunas decenas de personas de a pie que se habían congregado cerca de la capilla ardiente, en la calle, además de muchos de los que habían acudido a dar su apoyo a la familia.

Múltiples personalidades

Le acompañó una caravana de automóviles en los que viajaron asistentes al entierro como los ministros Magdalena Álvarez o César Antonio de Molina, y también periodistas, como Iñaki Gabilondo, Joaquín Estefanía, Arsenio Escolar o José Antonio Martínez Soler, políticos como Carlos Solchaga o Javier Solana o el vicepresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González.

Junto a ellos acompañaron a la familia en el cementerio el presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, el de Telefónica, César Alierta, además de incontables periodistas de empresas del Grupo y muchos de los ya nombrados visitantes de la capilla.

Todos ellos escucharon decir al sacerdote que Jesús de Polanco supo ser “un gran amigo de sus colaboradores” y un líder que “aún sufriendo la enfermedad quiso llevar sus empresas en persona” y sin perder “la cordialidad” que le caracterizaba.

El presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco, murió ayer a los 77 años en Madrid, desde donde dirigió el Grupo Prisa, la empresa de comunicación más importante de habla española, con fuerte presencia en Latinoamérica.

Según informó el diario El País, la publicación emblema del Grupo Prisa, Polanco, nacido en Madrid el 7 de noviembre de 1929, padecía desde hace años una enfermedad de las articulaciones que se le manifestó hace unos meses y se agravó en los últimos días.

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