Coger el barco de la aventura para llegar a Las Palmas
Un emigrante africano contó su historia a Al Sabah desde el hueco en el muro del campo polideportivo en Dajla: “Vivo aquí desde hace un mes”. El emigrante dice ser originario de Senegal, casado y con un hijo. Vino a Dajla porque deseaba emigrar a Las Palmas. El emigrante senegalés se arrepiente de haber emprendido esta aventura y desea ser repatriado a su país para reunirse otra vez con su mujer e hijo. Sin embargo, otro emigrante maliense gritó que no está arrepentido, y que si se le permite salir del campo emigrará a Las Palmas.
En Río de Oro reconocen la existencia de puntos negros, sea en la frontera terrestre o marítima con Mauritania, que están siendo usados por los traficantes y bandas de emigración clandestina. Una fuente en Dajla dice que varios emigrantes pasaron por la frontera a través de huecos existentes a lo largo de la línea de seguridad.
Varios emigrantes africanos lograron infiltrarse en Marruecos dentro de camiones a través de la zona de Kanduz porque no fueron registrados. Otros se infiltraron nadando sin ser detectados por los miembros de la Marina Real desplegados a lo largo de la frontera marítima con Mauritania.
Partida hacia las islas
Cerca de veinte emigrantes mauritanos y senegaleses viven en una zona abandonada en el noroeste de La Güera. La falta de vigilancia en esta zona la ha convertido en la base de los traficantes y emigrantes clandestinos, considerada un punto de partida hacia las islas españolas.
Los mauritanos constituyen la mayoría de los emigrantes clandestinos que se infiltran por la frontera. Los expedientes de decenas de mauritanos fueron remitidos al tribunal de primera instancia en Dajla en los pasados dos años, el cual dictaminó la repatriación a su país.
La jefatura militar de la zona del sur elaboró durante el pasado trimestre, en colaboración con la Gendarmería Real y las Fuerzas Auxiliares, una estrategia para hacer frente a la infiltración de inmigrantes clandestinos a través de Mauritania.
Entre los puntos más importantes de esta estrategia figura el encargar a un grupo de la Gendarmería vigilar la zona fronteriza con helicópteros, intercambiar informaciones entre el Ejército en la posición de Biar Kanduz, censar a los emigrantes que se detienen en la frontera y colaborar con las autoridades mauritanas para evitar la infiltración de emigrantes a territorio marroquí.