El Colegio de Arquitectos distingue las mejores obras del último bienio en Tenerife, La Gomera y El Hierro

Casa La Toscalera de Beautell Arquitectos, premio restauración y rehabilitación

Canarias Ahora

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El Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro celebró el pasado viernes, 8 de octubre, en el marco de la Semana de la Arquitectura, los Premios Oraá de Arquitectura, distinguiendo las mejores realizaciones arquitectónicas de los últimos dos años en las islas.

En total, se otorgaron cinco premios y cinco menciones para las distintas categorías (obra nueva, vivienda, restauración y rehabilitación, arquitecturas del paisaje y proyectos del espacio público y arquitectura interior, así como las distinciones especiales a la trayectoria profesional, el mecenazgo y la mejor fotografía). El jurado estaba compuesto por: Argeo Semán Díaz, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro (COACTFE), como presidente; Ángela Ruiz Martínez, Profesora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC); Rubén Servando Carrillo, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Europea de Canarias (UEC); María Isabel Correa Brito, académica por la Sección de Arquitectura de la Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel; Irene Pérez Piferrer (TEd’A arquitectes), arquitecta de contrastada trayectoria y prestigio profesional designada por la Junta de Gobierno del COA Tenerife, La Gomera y El Hierro; Carme Pinós i Desplat (Estudio Carme Pinós), arquitecta de contrastada trayectoria y prestigio profesional designada por la Junta de Gobierno del COA Tenerife, La Gomera y El Hierro; y Cristina Sáenz-Marrero Lorenzo-Cáceres, miembro de la Junta de Gobierno del COA Tenerife, La Gomera y El Hierro, como Secretaria del Jurado.

De los trabajos presentados “se reconoce un buen oficio en el sentido amplio del ejercicio de la profesión, que queda bien representada en las obras recibidas. Igualmente se quiere destacar el buen hacer de todos los agentes implicados en la selección”, apuntan desde el Colegio de Arquitectos en una nota.

 En la modalidad de “obra nueva vivienda”, el premio fue para la Vivienda Unifamiliar Casa Mama, de Javier Pérez-Alcalde Schwartz y Fernando Aguarta Garcia. Una casa anclada a la ladera, en disposición escalonada que construye un paisaje discreto, donde los espacios de transición revelan una cuidada relación entre el exterior y el interior. La casa como síntesis del paisaje al que pertenece. Delicada elección de los detalles constructivos.

La mención especial fue para Casa 3.B-3', de Virgilio Gutiérrez Herreros y Eustaquio Martínez García. Una casa como plataforma abierta al paisaje. Dos plataformas horizontales preservan la intimidad del interior a la vez que captura el panorama exterior, la precisa disposición en la parcela acerca el horizonte al interior.  Equilibrado juego de volúmenes y proporciones.

 En la modalidad de “obra nueva otros usos”, se otorgó el premio a la Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria en Alcalá, de Alejandro Beautell García. “Singular y expresiva disposición de volúmenes de hormigón con texturas y tratamientos que hablan sobre las relaciones proyectadas entre la trama urbana y el requerido silencio interior”, comentaron los miembros del jurado.

 La mención especial fue para el edificio comercial en el polígono de Güímar, de Miguel Valladares Rodríguez-Franco y Julián Valladares Hernández. “Envolvente exterior que rompe con la homogeneidad anodina de los polígonos industriales. A destacar la dialéctica de los materiales empleados”.

 En la modalidad de “restauración y rehabilitación”, se hizo con el premio la casa “La Toscalera” de Alejandro Beautell García. Una casa que se inserta entre medianeras que muestran el paso del tiempo. Se valora cómo el respeto por lo heredado no renuncia a construir unas nuevas relaciones espaciales entorno al patio

La mención especial fue para la casa de los Diablos Locos, en el antiguo Santa Cruz, también de Alejandro Beautell García. La intervención busca recuperar la dignidad de la fachada y el interior con delicadeza y un mínimo de acciones.

En la modalidad de “arquitectura del paisaje y proyectos del espacio público”, se hizo con el galardón el parque El Laurel de Leticia Jiménez Madera y Roberto Bazán López, al generar un nuevo relieve y paisaje propio inclusivo con una gran diversidad en la interacción para el juego de los niños.

 En la modalidad de “arquitectura de interior”, el premio fue para José David Izquierdo Hernández y David Espejo Campos con la reforma de vivienda en la comunidad Bélgica. “La propuesta introduce un cambio cualitativo en el interior de la vivienda que consigue articular nuevas relaciones entre las estancias: pasar de una distribución centrifugada a una disposición centrípeta. Se valora esta estrategia”, explicaron en la nota.

La mención especial de este premio fue para Antonio Iván Guisado Martín y la Casa Lupa, una propuesta, frente a la disposición cerrada de particiones interiores favorece una mayor apertura espacial.

Además de los premios para las modalidades anteriores, se realizaron las siguientes distinciones:

  • Trayectoria Profesional, por su importante contribución a la cultura arquitectónica en las islas: Juan Julio Fernández.
  • Mecenazgo, por su contribución a la documentación, investigación y difusión de la arquitectura realizada en las islas entre los años 2018 y 2020: Fundación CajaCanarias. 
  • Mejor Fotografía, por su calidad artística: Duccio Malagamba, por su fotografía del pabellón en el jardín del colegio Acamán.
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