Culpable del asesinato de su mujer en Arona

Un jurado popular ha declarado este jueves al acusado de haber matado a su mujer en Arona en el año 2010 culpable de un delito de asesinato y ha encontrado probado que él la atacó de forma intencionada y sin darle posibilidad de defensa, según informó la agencia Efe.

Así lo han anunciado en el final del proceso contra el ciudadano húngaro P.L por la muerte de su esposa Emese K.L ocurrida en la casa que ambos tenían en el municipio tinerfeño de Arona. “El jurado ha declarado por unanimidad que el acusado golpeó de forma imprevista y sorpresiva a Emese con un objeto contundente”, ha afirmado la portavoz del jurado.

Han dado por desestimada por tanto la versión del acusado, que había explicado que después de una discusión por celos, tuvieron un forcejeo en el trastero de la casa, se cayeron contra una estantería y un altavoz golpeó la cabeza de la víctima. Según el acusado, ella se habría puesto furiosa y habría intentado golpearle, por lo que él le dio un empujón y Emese cayó al suelo golpeándose la parte posterior de la cabeza, lo que provocó el fallecimiento.

Según se ha relatado durante el juicio, después de comprobar que estaba muerta, el acusado trasladó el cuerpo de Emese en su coche, lo enterró bajo unas piedras en un lugar próximo a un campo de fútbol y luego intentó limpiar el trastero. No obstante, el jurado ha considerado que, en base a las pruebas aportadas, no hay indicios de que hubiera ocurrido un forcejeo en el trastero o de que un altavoz golpeara a la mujer, ya que las lesiones que presentaba tanto la víctima como el acusado no eran compatibles con esa versión.

Han explicado que es más probable que la mujer fuera golpeada con un objeto redondeado, que luego tiró, y que la muerte de Emese no hubiera sido causada por una caída, ya que el trastero era pequeño y la mujer se hubiera caído sobre algún objeto. Además, el jurado ha explicado que del testimonio de algunos testigos cercanos a la pareja se puede desprender que P.L era una persona “calculadora, fría, violenta y manipuladora”.

“Hubo intencionalidad en la causa de la muerte de la víctima”, ha afirmado la portavoz del jurado, quien han dicho que han contemplado los agravantes de parentesco y alevosía en la declaración de culpabilidad.

Petición de 20 años de cárcel

Después de retirarse el jurado, la fiscal ha reiterado la petición máxima de 20 años de cárcel, la prohibición de volver al lugar de los hechos y de acercarse a la madre y a los dos hijos de Emese, uno de ellos fruto de la relación con el acusado, y una indemnización de 300.000 euros para los hijos.

La fiscal ha pedido que se tenga en cuenta la “frialdad” con la que el acusado actuó después de quitarle la vida a su esposa y madre de su hijo. Tanto la acusación como el abogado del estado en materia de violencia de género se han sumado a la petición de la fiscal, mientras que la defensa ha considerado “excesiva” la pena solicitada y ha solicitado que se imponga la pena mínima.

Disculpas del condenado

Anteriormente, el acusado ha declarado en su último turno de palabra que lo sentía y que nunca fue su intención matar su esposa, Emese K.L, sino que fue un accidente del que se arrepiente.

P.L ha asegurado que él y su mujer, Emese, llevaban una vida “feliz”, a diferencia de lo declarado por testigos cercanos a ella, y ha pedido perdón a la familia, a los amigos y a los dos hijos de la mujer, el más pequeño fruto de la relación con el acusado. “Me arrepiento del accidente y me arrepentiré toda la vida”, ha afirmado P.L, quien ha sostenido que Emese murió de un golpe al caer al suelo después de que forcejearan a causa de una discusión por celos.

El Ministerio Fiscal ha sostenido que, en base a los testimonios de los testigos, ha quedado probado que P.L era una persona “celosa, controladora y manipuladora”, que Emese no se atrevía a separarse de él por miedo y que incluso el acusado llegó a maltratar a su hijo. La fiscal ha recordado que la hija mayor de Emese había reconocido que P.L la había agredido en dos ocasiones y que habían tenido que inventarse una mentira para que la hija pudiera irse a Hungría, donde vivía la madre de la víctima, y así escapar de la situación.

Además, la fiscal ha mantenido el relato que apuntaba a que P.L había seguido a Emese al trastero de su casa después de que él le preguntara si tenía una relación sentimental con un compañero de él y discutieran. Entonces, según la fiscal, P.L golpeó varias veces a la víctima con un objeto redondeado que no ha sido encontrado y remató el ataque golpeando la cabeza de la víctima contra el suelo.

El acusado había dicho que forcejearon, que cayeron sobre una estantería y que a ella le cayó un altavoz sobre la cabeza, que luego ella se puso furiosa, se abalanzó sobre él y la empujó para quitársela de encima, con la “mala suerte” de que se golpeó la cabeza contra el suelo y murió. Sin embargo, tanto la fiscal como el abogado de la acusación han dicho que no se produjo ningún forcejeo porque él no tenía más lesiones que unos puntos en los brazos y en las manos causados por las rocas que utilizó para enterrar el cuerpo de Emese después de haber trasladado el cadáver en su coche.

Además, han argumentado que el trastero estaba ordenado y que era demasiado pequeño para que ella pudiera caer al suelo en vez de chocarse con los objetos que había acumulados allí y que no se encontró ningún altavoz que tuviera sangre.

“Voluntariamente, por sorpresa y de forma violenta”

El abogado del Estado, que representa a la delegación del Gobierno en materia de violencia de género, ha dicho que la versión del acusado tiene “incongruencias” y ha reiterado que fue un asesinato y que el acusado quiso acabar con la vida de ella “voluntariamente, por sorpresa y de forma violenta”.

El abogado de la defensa ha explicado que el trastero y los objetos que había en él fueron “manipulados” por P.L después de que Emese muriera y que el acusado había reconocido que había tirado la ropa ensangrentada y también el altavoz a un contenedor. Por tanto, ha sostenido que fue un “homicidio imprudente”, no un asesinato intencionado aunque ha reconocido que la idea del acusado de deshacerse del cuerpo e intentar borrar pruebas fue “errónea” ya que esto ha dificultado la investigación.

Sobre las declaraciones de los testigos, la defensa ha destacado que todos coincidieron en reconocer que nunca habían visto directamente a P.L agredir o amenazar a Emese y que una vecina incluso declaró que nunca le oyó a él levantar la voz.

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