El 35% de España corre el riesgo de sufrir procesos de degradación del territorio

Antonio Serrano, secretario general de Territorio y Biodiversidad, aseguró que el 35% de España corre un riesgo significativo de sufrir procesos de degradación del territorio y, de ese porcentaje, un 2% se encuentra en situación muy vulnerable.

Serrano, que participó este jueves en el Campus de Excelencia que se celebra en Fuerteventura, anunció que, con el fin de combatir esa situación, el Ministerio de Medio Ambiente aprobará el Programa de Acción Nacional contra la Desertización. La iniciativa permitirá que España avance en políticas esperanzadoras y de sostenibilidad.

A ello se une un 15% de la superficie con un riesgo elevado, aunque menos acusado, y un 19% con un riesgo medio.

Este programa tiene presente, dijo, “que si no se actúa de manera proactiva, el futuro que espera al país es muy preocupante como consecuencia del cambio climático”.

Por otro lado, Antonio Serrano señaló que, aunque de acuerdo a diversos estudios los índices agregados de sostenibilidad de España son pesimistas, las políticas que desarrolla el Gobierno permitirá revertir hacia 2020 la tendencia negativa actual, que, de continuar, sería preocupante.

El Plan Nacional contra la Desertización prevé la coordinación de todas las políticas de la administración, tanto local como autonómica y estatal.

Así mismo, incide en la prevención, pues “no se trata sólo de recuperar tierras que estén desiertas”.

En este sentido, el secretario general de Territorio y Biodiversidad destacó los Planes Hidrológicos de Demarcación. Éstos incluyen, por ejemplo, la repoblación hidrológica forestal para evitar que la lluvia torrencial degrade el suelo.

También destaca el Plan de Choque de Modernización de Regadíos, que pretende mejorar la productividad agraria y las condiciones de vida del agricultor, racionalizar el uso del agua e integrar todos los ecosistemas.

El Plan Nacional contra la Desertización afronta también la necesidad de que “la sociedad sea consciente de los problemas a los que nos enfrentamos”.

Serrano adelantó que durante la primera semana de septiembre se celebrará en Madrid la octava Conferencia de las Partes del Convenio de la Convención de Lucha contra la Desertización de Naciones Unidas.

En ella se analizarán los mecanismos que los distintos países están poniendo en marcha para luchar contra la desertización, la degradación del suelo y sus consecuencias.

Entre otras consecuencias, Serrano recordó que habitualmente los procesos de degradación del suelo conllevan la pérdida de productividad agraria y la consiguiente merma de recursos alimenticios.

Esto deriva en menos posibilidades de empleo y peores condiciones de vida, que desembocan en procesos migratorios, como los que España experimenta provenientes de otros países.

Serrano se refirió también a los estudios que alertan de las negativas consecuencias del cambio climático para España, el sur de Europa, y el norte y centro de África: “no sólo tenemos un proceso grave dentro de estas zonas afectadas por la desertización, sino que en el futuro la tendencia es que la situación empeore, y por lo tanto las tensiones se puedan incrementar”.

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