El Gobierno canario priorizará la estabilidad laboral de los sanitarios por encima de la gratificación económica por los esfuerzos durante la pandemia

El exconsejero de Sanidad Julio Pérez ha afirmado que los incentivos al personal sanitario que ha estado al frente de la lucha contra la COVID-19 forma parte de un borrador de trabajo en el que se aborda aspectos más amplios e importantes como la estabilidad laboral.

La dirección del Servicio Canario de Salud (SCS) presentó este lunes, en el marco de una convocatoria extraordinaria de la mesa sectorial, una propuesta para iniciar la negociación con los sindicatos sobre las medidas de reconocimiento a los trabajadores que han ejercido durante el estado de alarma decretado como consecuencia del avance y desarrollo de la COVID-19.

En este documento, Sanidad plantea gratificaciones extraordinarias para 16.242 profesionales de un organismo autónomo que cuenta con una plantilla de aproximadamente 31.000. Las cuantías de estos complementos oscilan entre los 750 y los 1.800 euros para los 14.785 sanitarios incluidos en este primer documento de trabajo y de entre 500 y 750 euros para 1.457 profesionales no sanitarios. Las cantidades varían en función de las categorías de sus posibles beneficiarios y del grado de exposición al virus, esto es, de la participación que hayan tenido (directa o indirecta) en las actuaciones con pacientes infectados o en riesgo de contagio durante la crisis. Esta primera propuesta del SCS acarrea un coste de 18,8 millones para las arcas públicas.

Pérez, que también es portavoz del Gobierno canario y consejero de Administraciones públicas, ha respondido así a las críticas suscitadas entre los colectivos sanitarios por la exclusión de algunos de ellos del cobro de un incentivo por el trabajo desarrollado durante la pandemia.

En el sector ha causado revuelo la exclusión en el documento presentado por el SCS de algunas especialidades o áreas de asistencia, entre otras las urgencias, la Atención Primaria o la inspección médica. También las diferencias retributivas entre categorías profesionales, una decisión que ya originó malestar en la primera comunidad que aprobó conceder estos pluses, Catalunya, donde los sindicatos calificaron la medida de “clasista”. Desde la Consejería canaria de Sanidad remarcan que el documento está aún en una fase inicial y que la propuesta está sujeta a modificaciones. En reuniones previas, algunos representantes de los trabajadores ya habían planteado la necesidad de negociar los términos de estas gratificaciones y de valorar la opción de destinar los fondos a dar estabilidad a las plantillas, a potenciar la sanidad pública con nuevas contrataciones y reducir así las derivaciones al sector privado.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Pérez ha dicho que los aspectos retributivos de este borrador no son los más importante de su contenido “aunque sea lo más noticioso”

Este documento, ha agregado, es una especie de reflexión que ha dejado el anterior equipo de la Consejería tras meses en las que se ha sometido a una tensión importantísima al sistema sanitario, ha dicho Pérez que fue sustituido en el cargo por Blas Trujillo.

Pérez ha dicho que la estabilidad del personal es la primera mejora por encima de los elementos retributivos así como el refuerzo de los servicios de atención primaria, de salud pública y de epidemiología.