Los farolillos ya iluminan las calles de Santa Cruz de La Palma
A pocos días de que se celebre la Danza de los Enanos y la Bajada de la Virgen de las Nieves, los farolillos iluminaron las calles de Santa Cruz de la Palma en el desfile de la Pandorga, dando inicio a la Semana Grande de las Fiestas. Aproximadamente 1.500 participantes recorrieron las principales calles de la capital, en un acto que congregó a más de 40.000 personas.
El desfile de la Pandorga, cuyos orígenes se remontan en La Palma a 1830, consiste en la fabricación de farolillos con madera y papel de colores, de un metro o más de largo, con dibujos y formas alusivas al mundo infantil y que llevan en su interior una vela de cera que los ilumina. Precisamente por este motivo durante el desfile muchos de los participantes vieron como sus artilugios se quemaban en la propia calle. Aún así pocos se resistieron a abandonar las dos interminables colas de la Pandorga que recorrió el camino entre La Alameda y la Calle Real, para volver sobre sus pasos y terminar en el Barranco de las Nieves, donde todos los farolillos fueron quemados pasadas las doce de la noche.
El desfile estuvo encabezado por un farolillo con el dibujo de la Copa del Mundo de Fútbol recientemente conquistada por España, acompañado por dos banderas nacionales. La Pandorga la protagonizaron en su inmensa mayoría los niños de la capital acompañados por sus padres. Aunque también se incluyeron otros elementos como un barco vikingo, trenes y un dragón chino, siempre con la misma estética del colorido y la fabricación artesanal. El ritmo lo marcaron las bandas de música de San Miguel y La Victoria de Santa Cruz de La Palma y San Juan de Puntallana.
Esta tarde continúan los actos de la Semana Grande con la celebración de la Batalla de Flores también en las calles de la capital, que tuvo que ser suspendida el pasado domingo a instancia de la mayoría de los participantes porque coincidía con la Final del Mundial de Fútbol. Llegada la noche también tendrá lugar la Danza de Acróbatas, una tradición perdida en el tiempo que fue recuperada en la Bajada de la Virgen 2005.