El Gobierno de Canarias aclara que los clientes no deben llevar la mascarilla cuando están sentados a la mesa en un restaurante

Tres personas brindan en La Graciosa, en fase 3 de la desescalada.

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Gobierno de Canarias aclara que los clientes de los bares y restaurantes no deben llevar la mascarilla cuando están sentados a la mesa o en la barra, pero sí cada vez que se levanten. El médico epidemiólogo Amós García, en declaraciones recogidas por TVC, explica que “no hay que quitar y poner la mascarilla cada vez que se introduce un alimento a la boca”. “Eso no tendría sentido”, apunta. Este matiz se ha dado después de la confusión generada en el sector ante las nuevas restricciones impuestas por el Ejecutivo, como la reducción de los grupos que pueden comer en una mesa de un restaurante a diez personas o la obligatoriedad del uso de mascarilla a “todo sitio cerrado público o de uso público” con independencia de que no haya nadie más en el interior del lugar.

Después de que el Gobierno anunciara el endurecimiento de las medidas restrictivas derivadas de la crisis provocada por la COVID-19, el portavoz del comité científico que asesora al Ejecutivo regional en su lucha contra la pandemia, Lluis Serra Majem, aseguró que solo poder destaparse la boca en el momento de comer o beber era un “contrasentido”. Aunque el catedrático comprende que la relajación de las medidas en algunos almuerzos o cenas han provocado el repunte de casos en las Islas. También se mostró de acuerdo con la necesidad de reducir el número de comensales en mesa, pero “lo que no parece factible es el uso de la mascarilla en el interior de los locales durante el momento del desayuno, almuerzo o cena”. El motivo: los gestos automáticos que haría cualquier cliente a la hora del quita y pon para la ingesta. “El comensal estaría constantemente llevándose las manos a la mascarilla o cara incluso para ponérsela y quitársela. Otra cosa es al terminar ese momento, postre y café incluido, ya que si se pretende hacer una sobremesa larga sí creo que la mascarilla debe ser necesaria”, apuntó.

Por su parte, algunos profesionales de la restauración interpretaron que esta nueva norma haría que “la gente dejara de salir lo poco que lo hace”. “Como estábamos hasta ahora las cosas funcionaban tanto para nosotros como para el comensal”, valoró Juan Carlos Padrón, chef y propietario de El Rincón de Juan Carlos, en Tenerife. “No concibo que nos obliguen a que en la barra del bar o en el comedor superior obliguemos al comensal a tener la mascarilla puesta, entre sorbitos de café o mordidas de bocadillos. Ya si me pongo en el lugar de un cliente, pues qué quieres que te diga, no iría a comer a un local si tengo que tener la mascarilla puesta en todo momento. No disfrutaría”, coincidió Domingo Vizcaino, de la cafeteria Kojak, ubicada en el Mercado de Altavista de la capital grancanaria.

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