Greenpeace coloca el Catálogo a la altura de la caza de ballenas

Greenpeace ha incluido el Catálogo de Especies Protegidas del Gobierno de Canarias, que ha entrado en vigor este miércoles, entre los tres casos sobre los que ha querido llamar la atención de “cómo no sólo no se están protegiendo los mares sino que además se está persiguiendo duramente a los que los defienden”.

Con motivo del Día Mundial de los Océanos, la organización ecologista ha denunciado “la falta de protección que sufren nuestros mares a pesar de las amenazas que se ciernen sobre ellos como la sobreexplotación pesquera, la contaminación, el cambio climático o la destrucción costera”.

Sobre el Catálogo de Especies, Greenpeace señala que “limita la protección de muchas especies marinas, entre otras del Sebadal (Cymodocea nodosa), exclusivamente a los Espacios Naturales Protegidos y por tanto queda desprotegida en el entorno del proyectado puerto de Granadilla”.

“Se elimina así el último escollo para construir el puerto, paralizado por la Justicia, que destruiría una extensión importante de hábitats marinos del sur de Tenerife”, zanja en un comunicado.

“El Catálogo canario es incoherente con las medidas de protección de los océanos que reclama Naciones Unidas y así se lo hemos hecho saber este miércoles, junto con el resto de organizaciones ecologistas, al Defensor del Pueblo”, ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña Costas de Greenpeace.

Greenpeace también menciona la caza de ballenas, “que se sigue permitiendo bajo la falsa caza científica”. Así, la organización recuerda que dos activistas de Greenpeace, Junichi Sato y Toru Suzuki, están siendo juzgados por denunciar las “mentiras” de esta caza científica.

Los activistas destaparon un escándalo de contrabando de carne de ballena que denunciaron ante la Fiscalía de Tokio, desvelando “la corrupción y el desfalco realizado por el Gobierno de Japón para encubrir la caza científica de ballenas en el Santuario Antártico”, una actividad financiada con dinero público.

Este jueves es la última jornada del juicio y han escuchado cómo la acusación les pide 18 meses de cárcel en un juicio “marcadamente político”, según Greenpeace, y en el que Naciones Unidas ha reconocido que se han vulnerado varios derechos fundamentales

Por últiimo, la organización hace referencia a un caso que toca “ a una de las especies icónicas de nuestros océanos, el atún rojo”. Dos barcos de la organización, el Arctic Sunrise y el Rainbow Warrior, han realizado acciones pacíficas cerca de las costas de Malta para denunciar que “se continúe con la pesca del atún rojo a pesar de la crítica situación de esta especie, fruto de la mala gestión del organismo regulador”.

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