La huelga médica tuvo un seguimiento del 80%, según los facultativos
La Consejería de Sanidad del Gobierno canario y el Sindicato Profesional de Médicos evaluaron este vienes de manera muy diferente el seguimiento de la huelga, que fijó en un 11,92% y tachó de mínimo la primera, mientras el segundo lo cifró en el 80 y lo calificó de franco éxito.
Ambas partes coincidieron, en cualquier caso, en subrayar que, en palabras recogidas en un comunicado de la Consejería sobre la incidencia del paro, “la asistencia a las urgencias ha estado garantizada”, aunque ello se debió, según el sindicato, a que los médicos cumplieron responsablemente con su obligación de prestar los servicios mínimos establecidos por la Administración a tal fin.
Servicios mínimos que el presidente de la organización laboral, Isidro Reixachs, quiso, de todos modos, denunciar como “excesivos”, ya que -aseguró- “llegaron al 40 o al 60% de la plantilla en muchos casos injustificados”.
“Pero -apostilló- se han cumplido porque tenemos la obligación de cumplirlos y denunciarlos luego, porque hay que garantizar la asistencia a la población”.
El sindicalista rechazó, sin embargo, dar la razón a la Administración en lo referente a las cifras que ha ofrecido sobre la incidencia de la huelga, que afirmó son inciertas porque han sido manipuladas.
Para ello, la Consejería “ha contado como personal que no ha secundado la huelga tanto a los profesionales que están de vacaciones como a los que están de baja, e, incluso, a quienes fueron a trabajar obligados por los servicios mínimos, cuando la mayoría de ellos respaldaban la protesta”, declaró.
Y, frente a las cuentas del Gobierno, reiteró que el paro fue seguido por el 80% de los médicos, que paralizaron las intervenciones quirúrgicas no urgentes en la práctica totalidad de los hospitales de las islas y la atención en los centros de salud, de acuerdo a su sindicato.
Organización que acusa a la Consejería, además, de contabilizar “a todo el personal del Servicio Canario de Salud y no sólo a los médicos”, cuando la mayoría de los demás colectivos profesionales no compartían su convocatoria de este viernes, pese a estar también movilizados.
Unos y otros comparten, en todo caso, muchas de sus reivindicaciones, referidas a mejoras salariales y laborales que, en su mayoría, denuncian que se acordaron tiempo atrás pero se han incumplido.
Desde la Consejería de Sanidad, el balance del paro se ha hecho público en un comunicado que anuncia que “la huelga convocada por médicos y enfermeros ha tenido una incidencia de un 11,92% en toda la Comunidad Autónoma en el primer turno”.
La Consejería habla de “impacto mínimo”
“De los 11.421 efectivos, el número de profesionales que han secundado el paro ha sido de 720”, detalla la Consejería, que añade que “estas cifras manifiestan un mínimo seguimiento del paro y han permitido que el impacto asistencial sea mínimo”.
En datos proporcionales, el texto indica que “el seguimiento de la huelga en el primer turno por islas, obtenido en base a las fichas de seguimiento creadas a tal efecto para cada centro de gasto”, fue, en Tenerife, del 16,92%; en Lanzarote, del 15,12; en Gran Canaria, del 10,18; en El Hierro, del 4,26; en La Palma, del 3,76; en Fuerteventura, del 1,78; y en La Gomera, del 0.
Y recalca: “Hay que tener en cuenta que el Hospital Universitario de Canarias no ha secundado la huelga tras lograr la Consejería de Sanidad y el Servicio Canario de Salud el acuerdo con las fuerzas sindicales”.
Como final de su escrito, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias señala que “reitera el ofrecimiento al diálogo a los profesionales sanitarios de las islas, para lograr la total implantación de los acuerdos de febrero de 2007”.
Un diálogo que Isidro Reixachs dijo “esperar” que, “a diferencia de lo ocurrido en ocasiones anteriores, sea real y serio, en beneficio de la calidad del servicio sanitario”.
“En caso contrario, nos van a encontrar enfrente, con las medidas que sea preciso tomar”, advirtió el sindicalista, que quiso, al tiempo, “pedir disculpas a la población por las molestias que se hayan podido causar con la huelga”, a la que los médicos han recurrido, según Reixachs, “como última herramienta disponible, y después de haber intentado todas las demás vías antes”.