La lucha contra el hambre pasa por la inversión en agricultura familiar
La lucha contra el hambre y por la seguridad alimentaria en el mundo pasa por el apoyo al desarrollo de la agricultura familiar, para garantizar que produce una cantidad suficiente para “como mínimo satisfacer las necesidades de sus integrantes”, conforme se desprende del último estudio de la Campaña Derecho a la Alimentación Urgente titulada Hacia una nueva gobernanza de la seguridad alimentaria que se presentará el martes.
En declaraciones, el portavoz de esta coalición de ONG y presidente de Prosalus, José María Medina, explicó que el estudio analiza la evolución del hambre en los últimos 30 años para tratar de saber por qué, incluso en épocas de bonanza económica, la cifra de personas en inseguridad alimentaria no ha parado de crecer hasta superar por primera vez en la historia los 1.000 millones.
“Sabemos que es un tema complejo pero compartimos con otras redes y con muchos especialistas el enfoque de que para luchar contra el hambre, la principal apuesta debe ser apoyar la agricultura familiar, porque la inmensa mayoría de esos mil millones de hambrientos son campesinos con un acceso limitado a las tierras y los métodos de cultivo”, explicó Medina.
Sin embargo, en los últimos treinta años la apuesta por estos servicios de los donantes internacionales “se ha abandonado” y las partidas “se han reducido enormemente” ya que si a finales de los años setenta se destinaba en torno al 18% de la Ayuda Oficial a la agricultura en 2007 la proporción era del 5%. “Se ha recuperado un poco en los dos últimos años por la enorme crisis alimentaria de 2008 pero debe estar en el 8%”, señaló.
El trabajo, realizado en colaboración con el Instituto de Estudios del Hambre, expone que parte de esta situación se debe a la “confusión” en la gobernanza internacional de la seguridad alimentaria, motivada en parte por la falta de desarrollo del Protocolo Facultativo para el Pacto de Derechos Sociales y Culturales vinculado a la Declaración Universal de Derechos Humanos, que recoge el derecho a la alimentación y lo protege.
“Con el 60 aniversario de la Declaración, la ONU aprobó por fin este protocolo y ahora estamos en la fase en que se tienen que ir dando las firmas y las ratificaciones por parte de los Estados para que, en cuanto haya suficientes, pueda entrar en vigor”, explica Medina, para incidir en que a partir de ese momento, se podrá “pedir cuentas” a un país que no garantice la seguridad alimentaria de su población.
El estudio Hacia una nueva gobernanza de la seguridad alimentaria será distribuido de forma gratuita a entidades e instituciones y se pondrá a disposición del público en la página web de la Campaña Derecho a la Alimentación Urgente. La presentación tendrá lugar el martes 1 de junio en la Biblioteca Regional de Madrid Joaquín Leguina.