La 'marcha por la vida' reúne a decenas de miles de personas en 50 ciudades
Decenas de miles de personas -500.000, según los organizadores- han recorrido durante dos horas el centro de Madrid para expresar su rechazo a la reforma de la ley del aborto planteada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. A la misma hora, unas 500 personas, según los organizadores, y 150 según la Policía, se concentrarban en Santa Cruz de Tenerife para pedir que a las mujeres embarazadas se les de la información suficiente para que no recurran “a lo que debe ser la última de las soluciones”.
Consignas como “No existe el derecho a matar, existe el derecho a la vida”, que encabezaba la manifestación de Madrid, o pancartas contra la ministra de Igualdad, “Aído deja a las niñas de 16 años en paz. Mujer sí, aborto no”, centraron esta protesta, que se unió a cerca de 50 más que se celebran en el resto de España y Sudamérica.
Decenas de jóvenes, mujeres y niños que con gritos como “abortemos la ley no la vida” mostraban su repulsa a una reforma polémica que plantea la posibilidad de abortar libremente hasta la 14 semana o que permite que jóvenes de 16 años puedan abortar sin el permiso paterno. La manifestación, convocada por Derecho a Vivir (DAV), HazteOir.org, Médicos por la Vida y Grupo Provida Madrid, discurrió en un ambiente festivo y lúdico en el que los manifestantes, la mayoría con gorras y globos rojos, lanzaban proclamas en contra del aborto.
Aunque la protesta no ha sido convocada por ningún partido, algunos diputados y representantes políticos han querido estar presentes. Entre ellos, el diputado del PP y secretario general del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Jorge Fernández, el ex alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, el diputado popular, Vicente Martínez Pujalte, o el senador del PP, Luis Peral. También algún que otro socialista se ha sumado a la convocatoria. Es el caso del segundo teniente de alcalde de la localidad sevillana de Paradas, Joaquín Manuel Montero. “Aprendí de viejos y verdaderos socialistas que la izquierda siempre está junto a la vida y los más débiles y por eso estoy aquí”, afirma desde la cabecera de la manifestación.
“Estamos para celebrar el derecho a vivir fuera y dentro del seno materno, y el derecho a ser madre”, añadió Gador Joya, la médico-pediatra que leyó el manifiesto en la Plaza de Neptuno. “No se puede implantar una ley sin contar con la opinión de los ciudadanos”, añade Joya. Este es el mensaje que quiso transmitir a través del nombrado manifiesto. Así, durante su intervención pidió que la nueva ley del aborto que prepara el Ejecutivo proteja el derecho a vivir y a ser madre “amparando la vida en todo momento y circunstancia y ayudando a las mujeres embarazadas a superar cualquier problema que un embarazo imprevisto pueda generarles”. Mediante el texto también exigió que se respete la objeción de conciencia del personal sanitario “para que pueda cumplir con su compromiso de defender y cuidar la vida y la salud desde el mismo instante de la concepción”.
Finalmente, expresaron, en un manifiesto que recoge cuestiones como la importancia de brindar información y ayudas sociales a las mujeres embarazadas en situaciones difíciles o la queja acerca de que las menores puedan abortar sin consentimiento paterno, que “una nueva ley del aborto sólo traerá más muertes y más sufrimiento para miles de mujeres”.
Marchas en 50 ciudades, también en Santa Cruz de Tenerife
Los pro-vida no sólo se manifestaron en la capital, sino que las asociaciones convocaron marchas en medio centenar de ciudades, y en ellas también se salió a la calle. De este modo, Unas 500 personas, según los organizadores, y 150 según la Policía, se concentraron en Santa Cruz de Tenerife para rechazar la reforma de la ley del aborto y pedir que a las mujeres embarazadas se les de la información suficiente para que no recurran “a lo que debe ser la última de las soluciones”.
La concentración, al igual que en otras ciudades españolas, fue promovida por la plataforma Derecho a Vivir y se celebró en la plaza de los Patos de la capital tinerfeña, en la que además se recogieron firmas para pedir en el Congreso de los Diputados que se retire la reforma de la ley que regula la despenalización del aborto en tres supuestos.
Paula Jóver, miembro de Derecho a Vivir y promotora de la concentración en Tenerife, expresó su satisfacción por la asistencia a la protesta a pesar de la lluvia y expresó su convicción por luchar por la vida “de aquellos que no tienen posibilidad de defenderse, los no nacidos”.
Durante la concentración se profirieron gritos como “Si no lo quieres, dalo en adopción” o “Matar al niño no es la solución” y se leyó el testimonio de María José Belmonte, una mujer desplazada como voluntaria a Mauritania y a la que al parecer, tras quedar embarazada, le dieron pastillas abortivas porque el feto daba señales de parálisis.
Según el relato, ella enterró las pastillas en la arena y decidió seguir adelante con el embarazo, y a los siete meses notó como el bebé daba señales de vida y culminó felizmente la gestación.
Paula Jóver dijo que este testimonio es una petición de “generosidad” a las mujeres para que acojan la vida en su seno y anunció que su plataforma hará una campaña de sensibilización para informar sobre el aborto.
Además Derecho a Vivir, que también ha convocado concentraciones en Santa Cruz de La Palma y en Arucas (Gran Canaria), planea realizar “sentadas pacíficas” delante de clínicas abortistas y se proyectará la película Bella, que trata sobre este asunto.
Para la representante de la plataforma, se trata sobre todo de que las embarazadas tengan la posibilidad de acceder a la información suficiente para que no tengan que recurrir “a lo que debe ser la última de las soluciones”.
Santa Cruz de Tenerife, Valencia, Tarragona, Toledo, Santander, Valladolid, Ciudad Real, Ávila, Zamora y Málaga, son sólo algunas de las capitales en las que centenares de personas acudieron a la llamada de Derecho a Vivir.
Sólo en Girona los Mossos d'Esquadra tuvieron que actuar para separar a los manifestantes a favor y en contra de la Ley del Aborto, ya que durante el recorrido ambas partes comenzaron a increparse. Los agentes tuvieron que realizar un cordón policial para evitar daños mayores.