Medio millar de personas recuerdan a Yeremi en Vecindario
Unas 500 personas, según la organización, se dieron cita este viernes en el Parque de la Era de Vecindario (Gran Canaria) para asistir a la suelta de 154 globos en recuerdo de los 104 días que lleva desaparecido el niño canario Yeremi Vargas y los 50 de la niña británica Medeleine.
Los asistentes, que siguieron muy atentos las palabras de la portavoz de la familia, Milagros Suárez, acompañada de la madre del menor, Ithaysa, y del resto de parientes, reiteraron sus muestras de solidaridad y cariño, así como el deseo de su pronta vuelta a casa.
El acto se celebró simultáneamente en otras 157 localidades de cincuenta países, entre las que se encontraba Madrid, lugar en el que desde la Puerta del Sol se realizó una conexión en directo para conocer como transcurría el acto y la sensibilidad mostrada por los madrileños.
Yeremi Vargas, de 7 años, desapareció a primeras horas de la tarde del sábado 10 de marzo cuando jugaba con unos primos en un solar próximo a las viviendas de su abuela y de su tía, en Vecindario, y en su búsqueda se desplegó el mayor dispositivo que ha vivido Gran Canaria con cientos de voluntarios.
La madre de Yeremi Vargas Suárez y la tía del menor, portavoz de la familia, iniciaron el acto de este viernes con la suelta de dos globos con las fotos de los dos menores “para que lleguen al corazón de las personas que tienen retenidos a nuestros niños”, manifestó Milagros, quien también recordó a Sara Morales, la joven desaparecida en Las Palmas de Gran Canaria el 30 de julio de 2006.
La portavoz de la familia leyó un corto, pero intenso, discurso que emocionó a las personas que acudieron a la concentración: “queremos agradecer a los señores Mc Cann, que han preparado este acto para su niña, que hayan querido hacerlo también para Yeremi”.
“Nuestra familia se siente muy unida a ellos en su dolor”, añadió; nuestros pequeños están viviendo los peores momentos de sus cortas vidas y todos nosotros haremos lo imposible para que regresen a casa“.
Los globos que soltaron simbolizaron sus “deseos de que los niños vuelvan a casa”, dijo Milagros, quien prosiguió: “he cogido estos dos porque deseamos que estos lleguen a los corazones de esas personas que retienen a nuestros pequeños, que lleguen hasta donde estén y que lleven hasta ellos todas nuestras súplicas y se apiaden de nosotros”.
“Un beso Madie, que regreses pronto a casa y un beso Yeremi, que estés en casa para tu cumple: que Dios les acompañe”, añadió.
La concentración, que se celebró en la plaza de la Era de Vecindario, contó con la presencia del alcalde de Santa Lucía, del senador José Macías y la práctica totalidad de los concejales del grupo de gobierno municipal.
Madrid también se moviliza
Otros más de 300 globos surcaron el cielo de la Puerta del Sol, de Madrid, para recordar los días que llevan desaparecidos la niña británica Madeleine y el español Yeremi. Un grupo de escolares y voluntarios soltaron los globos de color azul, blanco, amarillo y verde en una iniciativa secundada por representantes del Defensor del Menor de Madrid, la Federación Madrileña de Familias Numerosas o la Asociación Protégeles.
Cada uno de los globos soltados lleva una foto de Madeleine, la niña británica de tres años desaparecida mientras dormía en su hotel en el Algarve portugués, y de Yeremi, quien desapareció el pasado 10 de marzo en Gran Canaria, con los números de teléfono de las policías española, británica y portuguesa.
Además de los 154 globos por cada uno de los días que lleva desaparecido Yeremi y de los 50 por otros tantos que se desconoce el paradero de Madeleine, se soltaron otros 100 por todos los niños que están en circunstancias parecidas en el mundo.
En declaraciones a la prensa, el presidente de Protégeles, Guillermo Cánovas, subrayó que la iniciativa se lleva a cabo por petición de las familias de ambos niños.
“Trata de trasmitir que las desapariciones de menores no son anecdóticas” y debe existir una policía en cada país que trabaje específicamente en las desapariciones de menores, afirmó.
Cánovas apeló a recuperar el sentimiento de unidad respecto a los niños y pensar que son “responsabilidad de todos nosotros” porque en la sociedad hay individuos que se sirven de que la gente se relaje pensando que “todo el mundo tiene claro lo que es un niño, y no todo el mundo lo tiene claro”.