Patxi Aldecoa: “Veo a la Complutense con un gran agujero económico”
Acusa a los actuales gestores de gobernar en función de “apoyos y afinidades”
MADRID, 02 (EUROPA PRESS)
El candidato a rector en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Francisco Aldecoa ha preparado un Plan de Choque para “atajar” los “desequilibrios” en la institución madrileña, a la que ve como “un barco a la deriva, con un gran agujero económico”, tras la gestión del actual rector, Carlos Berzosa.
“Veo a la Universidad Complutense como un barco a la deriva, con un gran agujero económico. Es una institución que ha perdido el liderazgo que ha tenido tradicionalmente como una de las mayores universidades españolas”, ha señalado el catedrático de Relaciones Institucionales, en una entrevista con Europa Press.
Para hacer frente a esto, ha definido un Plan Estratégico 2012-2020 que, a su juicio, “ayudará a una gestión económica y presupuestaria rigurosa para sanear la Complutense, reducir la deuda y recuperar los proyectos de inversión”. “He definido propuestas para que haya una gestión eficiente de los recursos de la Universidad”, ha apostillado.
En su opinión, la Complutense afronta “el peor momento” de su historia “debido a una gestión muy ineficiente de la actual dirección de la Universidad”. “Ahora tiene que recuperar el liderazgo social que se merece, colocándose de nuevo como líder en el espacio eurolatinoamericano”, ha indicado.
Y es que, según Aldecoa, para que se reconozca a la Complutense en el extranjero, se ha de adaptar “del todo” al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y así ser una de las primeras Universidades en cumplir con Bolonia “y acabar, por ejemplo, con la masificación en las clases”. “La UCM es la imagen y simbología en latinoamérica y así debe seguir siendo”, ha agregado.
Así, ha apuntado que durante sus encuentros con miembros del Personal Administrativo y de Servicios (PAS), ha detectado “un gran número de profesionales que tienen una alta cualificación y preparación que hacen un trabajo excelente en los procesos de gestión y apoyo a la docencia e investigación”.
Sin embargo, el problema es que tienen “mucha inestabilidad laboral y les falta una carrera profesional definida que incluya la especialización técnica”. Por ello, entre otras cosas, propone una Escuela Complutense de Formación que ayude a mantener al día los conocimientos sobre las nuevas tecnologías, procedimientos, y técnicas de gestión necesarios para que el desempeño del trabajo “sea de más calidad”.
Preguntado por si hay “descontento” entre el profesorado, Aldecoa ha señalado que hay “muchos problemas”, entre ellos, “la falta de una política docente de apoyo a una carrera académica bien definida”. Para ello, ha elaborado un plan de dedicación académica a la medida de todos los centros, “para conseguir así la correcta gestión del talento interno de nuestros departamentos y el reconocimiento de la labor realizada por el profesor sin privilegios ni discriminaciones”.
“INCAPACIDAD PARA GOBERNAR”
En la misma línea crítica, Aldecoa ha manifestado que los actuales gestores han demostrado “su incapacidad para implantar un modelo de gobernanza eficaz y moderno”. “Se gobierna en función de afinidades y apoyos, y no para todos, y se ha marginado el funcionamiento de los órganos colegiados y de representación, que vienen a ser meros entes legitimadores de decisiones unipersonales ya tomadas previamente”, ha dicho.
En cuanto a las finanzas, considera que hay una estructura presupuestaria “imposible”. “Somos la Universidad que más financiación pública recibe y, sin embargo, somos la más ineficiente y la que menos provecho saca”, ha apuntado, al tiempo que ha señalado que en los últimos 8 años se han aumentado los gastos casi un 40 por ciento y en cambio los ingresos se han mantenido o reducido.
“Con el agravante de que al dispararse los gastos de personal, se han dejado de lado otras inversiones necesarias en recursos para la calidad de nuestros servicios”, ha añadido, para señalar a continuación que un caso “paradigmático” es la implantación de la reforma de Bolonia, “realizada a coste cero (e incluso a coste negativo)”.
Así, ha manifestado que si fuese rector de la UCM, trabajaría por mejorar las relaciones institucionales con el Gobierno de Esperanza Aguirre “sin duda alguna” recordando que en su candidatura apuesta “por el consenso y el acuerdo entre los diferentes actores implicados en el correcto funcionamiento de la Universidad”.
“Mi programa incluye propuestas para la gestión eficiente de los recursos y la toma de decisiones siempre será acordada para obtener mejores resultados”, ha dicho Aldecoa, asegurando que buscará soluciones con la Comunidad “como entidad que prácticamente financia en su totalidad la UCM”. “Nuestra relación debe ser siempre de entendimiento y cooperación”, ha agregado.
En cuanto a la polémica de las capillas en la Universidad a raíz del 'asalto' de un grupo de jóvenes a una de ellas en el campus de Somosaguas, lo primero que ha hecho Aldecoa ha sido expresar su condena de los hechos, que le han “entristecido enormemente por la falta de respeto que supone a los derechos fundamentales”.
“Estoy en contra de cualquier acto que pueda suponer el ataque a las creencias y libertades de cualquier grupo, la libertad religiosa es uno de los derechos fundamentales reconocidos en nuestra Constitución, por lo que resultan especialmente graves las acciones que atentan contra ella”, ha señalado.
No obstante, considera que “semejante atentado no puede legitimar precisamente que, en este momento, se abra el debate sobre si debe haber o no, y cuántas o de qué confesiones, capillas en la universidad”. “Sería dar la razón a los violentos”, ha apuntado recalcando que sólo en un “entorno de sosiego y diálogo” pueden plantearse estas cuestiones y “no cediendo a la presión de un grupo minoritario”.
“El actual equipo lleva 8 años y ha tenido tiempo de sobra para resolverlo a través de los órganos colegiados”, ha sentenciado, mientras que ha criticado que Berzosa dijese el pasado diciembre ante el Claustro que el cierre de las capillas “no estaba contemplado, y ahora con sus declaraciones pidiendo su cierre lo que hace es dejar al Rector entrante un nuevo problema, que es una guerra de religión”.