Piden 25 años de cárcel por prostituir a cinco menores
La Audiencia de Las Palmas juzgará el próximo lunes a un hombre acusado de cinco delitos de inducción y favorecimiento de la prostitución a cinco menores a las que supuestamente captó aprovechándose de sus problemas económicos y con las que practicó sadomasoquismo para enseñarlas.
El acusado, Antonio M.L., de 54 años, se enfrenta a una pena total de 25 años de prisión y a una indemnización de 15.000 euros para cada una de las víctimas, según solicita el fiscal, quien además reclama que se le prohíba acercarse a las menores por un tiempo de cinco años.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, facilitado este viernes a Efe, el acusado conoció en 2004 a dos menores de 13 y 15 años, a las que propuso mantener relaciones sexuales sadomasoquistas a cambio de dinero.
El acusado trasladó a las dos menores y una amiga de éstas mayor de edad en al menos cuatro ocasiones a su domicilio, en el municipio grancanario de Arucas, y pagó entre 200 y 300 euros a la menor de 13 años por cada una de las relaciones, si bien se desconoce lo que recibió la de 15 años.
El procesado no volvió a ver a las menores durante años, pero mantuvo contacto con la de 15 años, a la que dio dinero, sin éxito, para que le consiguiera chicas que tuvieran relaciones con él.
En agosto de 2008, el acusado volvió a llamar a la menor que había conocido con 15 años en 2004 y le propuso que trabajara con él en un negocio de páginas web y en un local que había abierto en la capital grancanaria porque necesitaba chicas para mantener relaciones sadomasoquistas.
La chica, que seguía atravesando una mala situación económica, aceptó y el acusado utilizó a su novia y otras dos amigas, todas de entre 16 y 17 años, a las que les dijo que podían ganar hasta 1.000 euros si trabajaban con él en la práctica del sadomasoquismo.
El acusado les propuso hacerles un book e incluirlas en la página web que tenía como tapadera de su negocio para promocionarlas como modelos o actrices, y les prometió llevarlas a diversos medios de comunicación para darlas a conocer, según el escrito del fiscal.
Las chicas “acuciadas por la necesidad y bajo las falsas promesas del acusado”, aceptaron mantener relaciones con sus clientes, para lo cual el procesado las anunció en un periódico local en varias ocasiones y las incluyó en una página web que anunciaba servicios sadomasoquistas, añade el fiscal.
Además, el acusado concertó por teléfono con sus clientes citas para mantener relaciones sadomasoquistas con las tres menores, con las que firmó un contrato de representación y previamente en su local les puso vídeos, les explicó en qué consistían estas prácticas manteniendo con ellas relaciones de este tipo, si bien no se ha podido determinar en cuántas ocasiones.
El acusado recogía y devolvía a las tres menores en las proximidades de sus domicilios y en una ocasión las amenazó de muerte y con suicidarse si le dejaban.
Según el fiscal, el acusado repartía con las tres menores cada semana el dinero ganado de los clientes, los cuales no tenían conocimiento de la edad de las chicas.