El Pinar y el Bosque de Laurisilva, dos de los parajes para disfrutar en el nuevo recorrido del Jardín Canario

Bosque Termófilo.

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Pinar, repleto de ejemplares canarios que son capaces de sobrevivir a los incendios, y el Bosque de Laurisilva, pleno de helechos, musgos y otras plantas propias de ambientes húmedos y sombríos, son dos de las zonas que el público puede recorrer desde este martes en el Jardín Canario y que forman parte del circuito de sentido único establecido para disfrutar de un recorrido de 45 minutos.

Este paseo comienza en la Plaza de Viera y Clavijo, presidida por el busto del insigne polígrafo canario. Los muros que la delimitan están cubiertos con el endemismo tinerfeño Vieria laevigata, dedicada al sabio, y en ellos también se puede observar los escudos de las Islas Canarias labrados en piedra.

El circuito, señalizado mediante flechas, continúa por la ladera de termófilos, que alberga palmerales, acebuchales, almacigales, sabinares, lentiscales y dragonales hasta llegar al pinar, que es el área principal del Jardín, caracterizada por esta especie que en su tiempo fue una fuente de recursos para la sociedad, ya que aprovechaban la pinocha para el empaquetamiento de plátanos y para obtener abonos, si bien hoy sus hojas han caído en desuso, y aunque basta con solicitarlo al Cabildo para indicar el lugar de extracción, apenas hay peticiones.

El recorrido prosigue por toda la zona de laurisilva o monteverde, que con su distribución natural, condicionada por la influencia de los vientos alisios en las vertientes norte de las islas, dan lugar a la formación del mar de nubes. La condensación de las nieblas, al incidir sobre las hojas de los árboles, produce una lluvia local a pie de cada árbol conocida como precipitación horizontal.

También se puede observar la Plaza de los Nenúfares, que cuenta con un estanque central habitado por varias especies de plantas acuáticas y por último, para terminar el circuito, el público puede recorrer la llamada zona de costa, que culmina nuevamente en el punto de partida y donde se encuentra la vegetación halófila costera, que procede de comunidades desarrolladas sobre suelo pedregoso-arenoso y entre las que destacan el tomillo de mar, la lechuga de mar y las diferentes especies de ‘salados’ pertenecientes al género ‘Schizogyne’, endémico de Canarias.

Nuevas normas y recomendaciones de seguridad

Esta es la alternativa organizada por el Jardín Canario para que el público pueda seguir disfrutando de sus riquezas con cumplimiento de la normativa, es decir, de forma segura, incluidas las restricciones de personal. Por ello, solo se podrá acceder a las instalaciones por la entrada superior (camino del Palmeral, 15, Tafira) y el aforo se ha reducido a 200 personas.

En cuanto al horario, también se ha reducido de 7.30 a 14 horas -con la última entrada permitida a las 13 horas-. Los sábados, domingos y festivos permanecerá cerrado, al igual que en el mes de agosto.

Además, siguiendo las recomendaciones sanitarias, el uso de mascarilla será obligatorio y las actividades para grupos continuarán de momento suspendidas. En cualquier caso, en la entrada del recinto hay códigos QR para que los visitantes puedan informarse de las normas a través de sus dispositivos móviles y para acceder a un mapa del circuito, que se torna un paseo agradable en el corazón del mayor botánico de España.

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