Un proyecto educativo busca rescatar del olvido en las aulas la Memoria Histórica de Canarias

Presos del franquismo en el Campo de Concentración de Gando.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Investigar a través de documentos, pero también conocer el testimonio de fuentes directas que sufrieron la represión o que vivieron los años de posguerra. Es la finalidad que se marca el nuevo proyecto educativo Archipiélago Memoria, que busca fomentar los valores democráticos. Canarias sufrió las consecuencias de la Guerra Civil, el franquismo y tuvo un papel clave en la II República y en la sublevación militar como punto desde donde Franco inició el golpe de estado, además de los cientos de desaparecidos que aún no han sido localizados. Sin embargo, el alumnado suele estudiar este proceso sin profundizar en lo que ocurrió en su entorno cercano. “Nos encontramos de manera general que nuestro alumnado sabe lo que fue la Guerra Civil, pero no lo que ha pasado en el Archipiélago”, explica Aaron León, coordinador del Programa enSeñas (para fomentar el patrimonio de canarias), del Servicio de Innovación de la Dirección General de Ordenación, Innovación y Calidad de la Consejería de Educación y que ha realizado durante años una amplia labor investigadora en el campo de la memoria democrática. 

La Sima de Jinámar (tubo volcánico por el que se arrojaba a los represaliados), las historias de los desaparecidos de Canarias, los pozos de Arucas… “De lo que se trata es de que conozcan su propio entorno y al mismo tiempo anticipen los externos. La cuestión siempre a tener en cuenta es que personas de ciertas generaciones pueden conocer lo que sucedió hasta un determinado punto, pero también hay quien ya no tienen esas conexiones familiares o sociales y entonces no sabe lo que puede ser la Sima de Jinámar o un desaparecido…” Por ello, se fomenta que puedan acercarse a fuentes directas, como testimonios cercanos, pero también que se documenten, lean artículos de prensa… con el objetivo de promover la investigación, “pero también un pensamiento crítico y de análisis”, añade León, que asegura que se facilitarán recursos pero la finalidad es que el alumnado construya el suyo propio. 

Desde que se abrió hace unos días el proceso para que los institutos interesados participen, León asegura que ha detectado interés entre los centros, que aún disponen de unos días para inscribirse. “Había centros que ya habían estado trabajando esta temática y sí que hay interés y curiosidad porque son etapas históricas que despiertan interés en el alumnado y se abre la posibilidad de investigar en el entorno próximo, incluso en su familia”, señala. La Memoria Histórica se encuentra presente en el currículo educativo de cuarto de ESO y Bachillerato, pero apunta que la ley canaria le da un empuje para que se fomente el estudio sobre lo que ocurrió en esta comunidad autónoma. Por ejemplo, cuando los estudiantes ahonden sobre el fenómeno del fascismo en Europa es importante que también puedan saber que también se sufrió en su tierra ya que, como apunta, conocer el pasado es fundamental para no volver a cometer los mismos errores. 

Un trabajo contra los bulos

“El objetivo sobre todo es fomentar el conocimiento por nuestro pasado más reciente, que suele quedar en un segundo plano en el currículum y asociar este pasado histórico con los principios y valores democráticos dando una visión global de la memoria democrática de manera transversal”, apunta el coordinador. El proyecto también se basa en potenciar la creatividad entre el alumnado sirviendo a los docentes de guía. “Por eso hemos dejado abierta la presentación del producto final que hacen los centros y que bien puede ser una composición escrita, un trabajo digamos más tradicional, o hacer un podcast o un pequeño reportaje audiovisual”, insiste. 

Entre los temas a abordar que se recogen en el proyecto destacan desde la libertad y la democracia; el pluralismo político, social y cultural; la represión política, social y sexual; el hambre y la pobreza; las migraciones; el medio natural y la supervivencia; el adoctrinamiento religioso y educativo; el papel de la mujer en la democracia y la dictadura; y la represión sobre la diversidad sexual y de género, entre otros. Esta ampliación del conocimiento de este período en la que “el propio alumnado es el protagonista” que podrá aprender al descubrir esas fuentes directas o datos objetivos será clave también en un mundo digital en el que proliferan cada día los bulos, las fake news y la distorsión de la realidad. 

“Se fomenta la participación del alumnado para que no sea solo un modelo de aprendizaje basado en la memoria, que no hay que desdeñar, claro está, pero proyectos como este son importantes porque ellos son los protagonistas, aquí son ellos los que investigan, los que buscan, por ejemplo cuando vas a hacer un podcast no es solo la selección técnica sino la búsqueda de fuentes, ser capaz de elaborar un discurso para ese trabajo…”, sostiene el historiador, que además ha provisto la web de recursos digitales de la Consejería de Educación de materiales para realzar el valor de personalidades relevantes en la historia del Archipiélago y sobre su patrimonio histórico y cultural. “Vamos a publicar unas guías de apoyo que se complementan con material educativo, pero  lo importante es que toda esa fase de investigación y de estudio quede reflejado en sus propios trabajos”, remarca. 

Más claves del proyecto

León explica que el profesorado que coordine el proyecto en sus centros participará en dos sesiones de formación online en horario de tarde (Balances sobre educación y pasado reciente de España y Canarias e Introducción al trabajo con fuentes históricas). Posteriormente, su función será la de fomentar el trabajo de investigación con el alumnado que según las bases podrá versar sobre la democracia en Canarias y los logros conseguidos a la represión y el franquismo en Canarias u otros como la oposición y el antifranquismo, el antimilitarismo, pacifismo, luchas medioambientales, feminismo… 

La investigación comenzará en unas semanas, en pleno mes de febrero y durará hasta junio de este año. Aún hay tiempo para inscribirse. Cada centro podrá participar con un máximo de cuatro trabajos de investigación, que serán de temáticas diferentes. El coordinador explica que el producto final será publicado en una edición especial de la Dirección de Innovación y Calidad de la Consejería de Educación. 

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