En tiempos de crisis, la mujer es más vulnerable a perder su empleo
La directora del Instituto Canario de la Mujer, Isabel de Luis, reconoce que en un momento de crisis económica y financiera como el actual, los empresarios pueden optar por despedir antes a una mujer que a un hombre. Este es “un sector bastante vulnerable con posibilidades de que las mujeres pierdan sus puestos de trabajo”, agregó.
La Ley de Igualdad aprobada el año pasado pretende promover la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en todos los ámbitos aunque todavía “se siguen persiguiendo ciertas desigualdades y discriminaciones en el ámbito laboral”. Por esta razón, el Instituto, en colaboración con las Cámaras de Comercio de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife promueve unas Jornadas de formación e incentivación “para promover que las empresas canarias incorporen el principio de igualdad a su actividad empresarial”.
Desde el Instituto se cree que todavía la mujer “no está incorporada en la medida de sus posibilidades, de sus capacidades y de su preparación al ámbito laboral”, por lo que hay que acabar “con esos factores que provocan que su incorporación no sea todavía plena”.
Las mujeres en el ámbito laboral ocupan, explicó de Luis, “peores puestos de trabajo, algunas veces no correspondiéndose con su preparación académica, tienen trabajos más precarios, son más vulnerables a la pérdida del empleo y perciben salarios más bajos con diferencias tan importantes que en algunos casos se eleva al 30%, aunque se ejerzan las mismas funciones.
Por esto “queremos convencer al empresariado canario de que las mujeres son un valor a tener en cuenta”. La directora añadió “incorporar el principio de igualdad al ámbito empresarial es un factor de calidad y que el aprovechamiento del 50% de los recursos humanos es un elemento de valor añadido”.
Para promover un cambio en esta situación, el Instituto se plantea presentar “elementos de motivación” para que las empresas, “independientemente del número de trabajadores tengan el factor de género presente en su organización”.
Estos elementos de motivación irían, según la directora del Instituto, desde “el reconocimiento, acreditaciones, ventajas fiscales y continuar insistiendo en la vía del convencimiento y la sensibilidad”. De este modo se quiere llegar al empresariado “para que asuma la igualdad como un factor de calidad porque en la realización de la actividad empresarial está demostrado que los beneficios de la empresa crecen cuando hay mujeres en puestos de responsabilidad y en existe la igualdad en las plantillas”.