Unas 4.600 víctimas de violencia machista fueron atendidas en Gran Canaria en 2017
La red de atención a víctimas de violencia machista de Gran Canaria auxilió en 2017 a 4.597 mujeres, 615 más que en 2016, cuando fueron 3.982, pero 344 menos que en 2015, año en que se llegó a 4.941, en una evolución que revela que la incidencia del fenómeno se mantiene en la isla, según su Cabildo.
La existencia de esos “dos picos” de 2015 y 2017, que “no son sustantivos”, y la cifra menor de 2016 no permiten concluir que la violencia machista aumenta o disminuye en el territorio insular, sino que su presencia persiste de manera constante en él, ha dicho la consejera de Igualdad del Cabildo de Gran Canaria, María Nebot, al presentar este miércoles la última memoria anual de dicha red.
Una red conformada por un total de 27 recursos distribuidos a lo largo de la geografía grancanaria, 22 de ellos centros de información y asesoramiento a la mujer, 2 centros de acogida, 1 piso tutelado, 1 centro de acogida inmediata y 1 dispositivo de emergencia de mujeres agredidas, cuyo balance del pasado ejercicio constata que esa violencia sigue asentada en la isla, ha afirmado.
Destacando, además, que entre sus usuarias “la inmensa mayoría es de nacionalidad española”, un hecho que cuestiona los planteamientos de “voces xenófobas que dicen que la violencia machista tiene que ver más con otras culturas que con la propia”, ha sostenido.
María Nebot ha expuesto que, entre los motivos que las llevaron a pedir ayuda al dispositivo de emergencia de mujeres agredidas figuran, en primer lugar, las agresiones físicas y psíquicas, que sufrieron 212, el 28,69% de las 739 que atendió en total ese servicio, seguidas por las agresiones solo psíquicas, que afectaron a 190, el 25,71%.
Si bien ha destacado que también “llama la atención el número de amenazas de muerte”, que ascendió a 145, un 19,62 % del total.
En cuanto al perfil de las víctimas, ha señalado que abundaron más las comprendidas en la franja de edad de entre 31 y 50 años, que fueron 1.893, el 56,04% del conjunto de las que recibieron asistencia, aunque ha especificado que, además, “es destacable el número de las de 21 a 30 años”, que alcanzó las 612, un 18,12%.
Los estudios que tenían llegaban, como mucho, al grado de Educación Secundaria, siendo otras veces de solo Graduado Escolar o incluso inferiores, en el 60 % de los casos.
Dato este que confirma “una constante: Que el nivel de cualificación está relacionado con la violencia machista”, según la consejera, que ha añadido que, de hecho, la falta de formación que permita acceder al mercado laboral es un elemento que contribuye a que las víctimas sigan junto a sus agresores porque dependen económicamente de ellos.
María Nebot ha subrayado que, no obstante, eso no implica que las mujeres formadas y con carreras profesionales no tengan riesgo de ser o sean víctimas de violencia machista ni que las que carecen de esas herramientas no puedan escapar de ella.
Para lograrlo ha insistido en que la red de atención insular está a su disposición, animándolas a pedir ayuda y no seguir soportando el sufrimiento que padecen.