Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Vínculos con la Policía Local
Santa Cruz ha conmemorado esta semana la festividad patronal de su Policía Local, en honor de la Virgen de Fátima, con una celebración marcada por la sobriedad en las formas y la afectividad en el fondo. En el marco del Salón de Plenos de las Casas Consistoriales, hemos querido reconocer la labor desempeñada de manera cotidiana por sus miembros y hacer patente la gratitud por la atención, el asesoramiento, el aliento y el apoyo brindado a la ciudadanía. Además, por vez primera en la historia de este cuerpo, entregamos las medallas al mérito policial por actuaciones destacadas o colaboraciones ejemplares, junto a las menciones honoríficas por servicios relevantes y las placas de reconocimiento a los funcionarios jubilados en el último año.
Dentro de ese clima de cordialidad, tuvimos ocasión de agradecer la colaboración dispensada a la Policía Local por el flamante presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, principalmente en su etapa al frente de la Audiencia Provincial; la fiscal jefe de Santa Cruz de Tenerife, Carmen Almendral, y el oficial jefe del Parque de Bomberos de nuestra capital, Carlos Rodríguez. Del mismo modo, el acto vivió instantes cargados de emotividad con la entrega de la primera medalla al mérito policial con distintivo de oro, concedida a título póstumo al agente José Luis Abril, fallecido recientemente, que a comienzos de año había protagonizado un servicio de rescate de tres personas, aisladas en su vivienda por un incendio, salvándoles la vida.
Esa actitud, asimismo manifestada en otros servicios puestos en valor durante la citada celebración, nos vale como modelo para reivindicar la labor discreta que realiza a diario nuestra Policía Local, que hace que nos sintamos seguros, garantiza el orden en instantes de conflicto, asiste en primera línea a cualquier vecino en dificultad o ayuda a circular por la ciudad. La organización de todo ello tiene su complejidad. Sincronizar el funcionamiento de un cuerpo tan singular, supeditado siempre a las necesidades cambiantes de nuestra sociedad, exige eficacia y precisión, ya que son muchas las decisiones a adoptar y escaso el tiempo para su ejecución. De ahí nuestra consideración y el prestigio que ha sabido ganarse en el conjunto del Archipiélago.
Convencidos sobre los resultados que ofrece la especialización, trabajamos en un modelo de gestión que nos permita adaptar la estructura de la Policía Local a los nuevos tiempos que afronta Santa Cruz. La satisfactoria experiencia vivida con la Unidad de Intervención Policial (UNIPOL), cuya eficacia para actuar en las condiciones más adversas es reconocida por todos, hemos querido continuarla con la Unidad de Protección del Medio Urbano (Proteu), de más reciente creación. Precisamente en el momento en que más lo demanda la ciudad, tal y como queda probado en la memoria de actividad del último ejercicio, cuando se contabilizaron 1.934 casos de comportamientos incívicos, más del doble que los registrados en el año anterior.
Dichos actos, sin duda a cargo de una minoría, se manifiestan sobre todo contra el mobiliario urbano y zonas ajardinadas. Además de afear la imagen de Santa Cruz e indignar al común de los vecinos, su repercusión en el erario público resulta más que considerable, por los costes que tienen el arreglo y reposición de los espacios y elementos dañados, que sale de los impuestos que pagamos todos. Creemos que son motivos más que suficientes para tomar conciencia de la ayuda que también todos podemos brindarle a la Policía Local para erradicar este tipo de acciones. Esa decidida colaboración, el entusiasmo puesto en la gestión de los recursos y el cumplimento de los servicios encomendados nos ilusiona para la consecución de nuevos retos.
La apuesta de la ciudad por el sector turístico y comercial guarda relación con tales objetivos y exige tomar conciencia sobre lo que nos jugamos. En este camino y para esa labor, el trabajo de la Policía Local se diversifica, se especializa y su funcionamiento óptimo supone una garantía en la transformación deseada para el municipio. Se trata de una tarea colectiva, en la que los propios vecinos han de poner de su parte, dentro de una actitud de franca participación ciudadana. El concepto de cercanía aplicado con éxito en los últimos años debe estimular ahora un estrechamiento más nítido de esa colaboración necesariamente mutua.
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