Colectivos ecologistas de Tenerife llevarán a la Comisión Europea los dos proyectos urbanísticos previstos en una montaña protegida de Arona. Los ambientalistas presentarán una queja formal contra las dos licencias que se han pedido para construir en dos parcelas afectadas por la Red Natura 2000, creada por Europa para proteger la biodiversidad. Los colectivos advierten de que permitir estas actuaciones en la Montaña de Guaza sentaría un precedente ''muy peligroso'' para otros espacios naturales de Canarias y quedaría en entredicho la ''credibilidad de la protección de la Red Natura 2000'' en las islas.
Los proyectos, bautizados como 'Edificio Gara' y 'The Cliff', se dibujan en la ladera de la montaña situada junto al barrio del Palm-Mar, en el sur de Tenerife. El primero de ellos está impulsado por la empresa madrileña Metrovacesa y ha tenido su última novedad este 14 de noviembre, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) concluyó que no era necesaria la evaluación ambiental para conseguir la licencia municipal.
El procedimiento fue judicializado al entender Metrovacesa que este documento no era preceptivo, en contra del criterio municipal. Según han confirmado desde el Ayuntamiento a este periódico, la corporación municipal prevé recurrir esta última sentencia ante el Tribunal Supremo.
Detrás del segundo proyecto, cuya promotora es la empresa Lemwey Inversiones, está el poderoso grupo Los Menceyes, que ya cuenta en el sur de Tenerife con diferentes propiedades dedicadas al turismo de lujo. Por el momento, esta urbanización también está paralizada a la espera de la documentación ambiental necesaria, ya que la parcela atraviesa la Red Natura 2000 y una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Esta zona fue declarada de especial protección al ser una de las mejores áreas para las aves esteparias de Tenerife y por albergar algunas colonias de aves marinas como el camachuelo trompetero, la pardela cenicienta, el petrel de Bulwer o el guincho, en peligro de extinción. En la Montaña de Guaza también habita el lagarto gigante, otro animal en riesgo de desaparecer.
Las organizaciones ecologistas denunciarán en Europa que ''se están vulnerando de forma clara las directivas Aves y Hábitats así como el principio de precaución que rege la política ambiental de la Unión Europea'' y reclamarán a la Comisión que intervenga para frenar preventivamente ambos proyectos y para que obligue a las autoridades españolas a garantizar una evaluación ambiental rigurosa y conforme al derecho comunitario antes de permitir cualquier construcción en este espacio protegido.
En esta líena, los colectivos sostienen que la tramitación aislada de ambos proyectos ignora ''sus impactos acumulativos sobre la Montaña de Guaza'', ya que ''se está permitiendo avanzar en la transformación urbanística de una ladera de alto valor ecológico, paisajístico y geológico sin garantizar la protección efectiva de los hábitats y especies que motivaron su inclusión en la Red Natura 2000''.
Según los ecologistas, entre los riesgos de autorizar estas construcciónes están la destrucción de hábitats naturales, la perturbación de aves protegidas, el aumento de presiones urbanas sobre el espacio natural y la alteración irreversible del escarpe volcánico de Guaza.
La lucha legal, advierten, se llevará también contra la posible concesión de una licencia en unas parcelas ''donde no debería siquiera plantearse la posibilidad de construir por sus graves afecciones ambientales''.