Montaña de Guaza

Arona recurrirá la sentencia que exime de evaluación ambiental a un proyecto urbanístico en una montaña protegida

Ladera de la montaña de Guaza donde se proyecta el edificio 'Gara' de Metrovacesa, junto al barrio del Palm-Mar.

Natalia G. Vargas

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El Ayuntamiento de Arona ha adelantado que recurrirá la sentencia que exime de evaluación ambiental a la promotora de uno de los proyectos urbanísticos planteados en la Montaña de Guaza, declarada monumento natural. Así lo ha confirmado a este periódico el concejal de Urbanismo, Javier Baute. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en una sentencia notificada el 14 de noviembre, dio la razón a la empresa madrileña Metrovacesa frente a la corporación municipal, que mantenía que este documento era clave para poder autorizar la urbanización 'Gara', prevista sobre un solar afectado por la Red Natura 2000, impulsada por la Unión Europea para conservar la biodiversidad.

Sobre este fallo cabe -en un plazo de 30 días- recurso de casación ante el Tribunal Supremo. En esta línea, la Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN) señaló en un comunicado que, si el Ayuntamiento no recurre, ''la sentencia adquirirá firmeza y la protección efectiva de la Montaña de Guaza quedará gravemente debilitada'', abriéndose así la puerta, según la asociación, a nuevas edificaciones en un enclave protegido por Europa.

El Ayuntamiento de Arona explicó que esta licencia permanecía sin resolver y judicializada porque la corporación municipal entendía que no podía autorizarla sin la tramitación previa de la evaluación ambiental, al estar afectada la parcela por la Red Natura 2000. ''La interesada no comparte este criterio y han acudido a la jurisdicción contencioso administrativa'', añadieron desde la corporación municipal.

La sentencia del TSJC concluye que la legislación estatal, en concreto la Disposición Adicional Séptima de la Ley de Evaluación Ambiental, permite prescindir de la evaluación ambiental cuando el propio plan de gestión del espacio natural, en este caso las Normas de Conservación del Monumento Natural de la Montaña de Guaza (2008), contempla la actuación como un ''uso permitido'' del espacio. En esta línea, el TSJC señala que el Ayuntamiento de Arona no ha ofrecido ''una explicación mínimamente aceptable'' de las razones por las que no tendría que aplicarse esta Disposición Adicional. 

Claves del proyecto

El proyecto consiste en la construcción de 28 viviendas, cuatro locales comerciales, trasteros, garajes y una piscina comunitaria en la parcela 15-2, que tiene una superficie de 3.200 metros cuadrados y que está localizada en una de las laderas de la montaña de Guaza, declarada Monumento Natural por sus valores ambientales e históricos, y junto al núcleo turístico-residencial de Palm-Mar.

En el expediente del proyecto, al que ha tenido acceso este periódico, consta hasta ahora solo un documento ambiental, encargado por la promotora a Bejeque Medio Ambiente. El estudio concluye que la urbanización ''no tendrá efectos significativos sobre el medio ambiente'' siempre y cuando se cumplan tanto las medidas ambientales propuestas en el mismo documento como las que establezca el órgano ambiental competente.

Según se desprende de este estudio, las actuaciones contempladas por Metrovacesa en la Montaña de Guaza se dividen en tres bloques: las obras para levantar el edificio Gara, los trabajos para la estabilización del talud (que incluyen la colocación de una malla y el uso de hormigón) y la restauración del hábitat de la especie Pimelia canariensis, un tipo de escarabajo en peligro de extinción. Esto provocará una “afección colateral sobre el espacio protegido de 1.648,947 metros cuadrados”. 

En sus primeras páginas, el informe subraya que, debido a la “ocupación directa del proyecto” a esta superficie protegida, puede producirse una afección “apreciable” sobre el espacio Red Natura 2000 y la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos. “Deben extremarse las medidas preventivas y correctoras para evitar efectos directos e indirectos” sobre la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) registrada en el lugar, reza el estudio que recuerda, además, que el proyecto estará a 125 metros de la Zona de Especial Conservación (ZEC) Teno-Rasca. 

Este enclave fue distinguido con la categoría de ZEPA por ser una de las mejores áreas para las aves esteparias de Tenerife y por albergar algunas colonias de aves marinas como el camachuelo trompetero, la pardela cenicienta, el petrel de Bulwer o el guincho, en peligro de extinción. En la Montaña de Guaza también habita el lagarto gigante, otro animal en riesgo de desaparecer.

La documentación ambiental del proyecto de Metrovacesa concluye que la especie más afectada por las obras será la Pimelia canariensis. La Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, la autoridad responsable de velar por las especies con esta catalogación, autorizó en 2019 a la empresa a ejecutar “medidas preventivas y actuaciones para salvaguardar” a este animal. 

El documento del Ejecutivo autonómico contempla la prospección y captura de la especie por parte de especialistas, buscando todos los ejemplares posibles a través del levantamiento de piedras, realizando búsquedas en la vegetación y en otros refugios existentes como botellas y latas abandonadas.

Los escarabajos cazados se mantendrán en cautividad en terrarios mayores hasta que hayan finalizado las obras de prospección de la parcela. Después, los ejemplares serán liberados en el resto del Monumento Natural en grupos de cinco o diez. Para terminar, la empresa tendrá que restaurar el hábitat para reproducir “las condiciones ambientales más adecuadas” para la Pimelia.

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