A juicio un joven por la violación de sus sobrinas, menores de edad, en Tenerife
La Fiscalía de Santa Cruz de Tenerife pide una pena de 31 años de cárcel para un joven por agredir sexualmente a sus dos sobrinas, cuando eran menores de 13 años, y mostrarles vídeos pornográficos en el municipio de Los Realejos.
El sumario, recogido por Europa Press, señala que los hechos se iniciaron cuando el acusado era menor de edad y aprovechaba que vivía con su madre en una casa contigua a la de su hermana y sus sobrinas, por lo que aprovechaba que en muchas ocasiones las menores se quedaban al cuidado de su abuela.
Con una de las sobrinas las agresiones se cometían los fines de semana principalmente, incluso con la oposición de la menor, hasta el punto de que en ocasiones la llevaba a rastras hasta su habitación, le mordía, le pellizcaba o le tiraba del pelo.
Además le decía que debía obedecerle “en todo momento” y le increpaba diciéndole que si las penetraciones le dolían era por culpa de ella.
Asimismo, cuando culminaba la agresión la conminaba a limpiarse y lavarse bien porque si alguien se enteraba de lo sucedido “la violaría más fuerte y sabría lo que es el dolor de verdad”.
Durante las agresiones el acusado también le profería expresiones tales como “tienes un cuerpo feo, horroroso y de mierda, te estoy haciendo un favor porque con tu cuerpo no te va a querer nadie” y le advertía de que si contaba algo “la iban a repudiar y dejarla sola y le iban a echar la culpa a ella de lo que pasaba”.
A raíz de las continuas agresiones sexuales, la menor se iba de la vivienda cuando observaba que su tío se acercaba en un “intento desesperado” por huir, destaca la Fiscalía.
Por ello, el joven empezó a agredir sexualmente a su otra sobrina, al menos dos veces por semana, con el pretexto de acudir a jugar juntos a su habitación y diciéndole que tenía que acceder a sus deseos porque su hermana “ya lo hacía” y si no le seguía “sería peor”.
Las agresiones sexuales continuaron hasta que el joven se trasladó a vivir a la Península.
A consecuencia de estos hechos, la sobrina mayor padece sintomatología acorde a un trastorno depresivo mayor y un trastorno de estrés. La menor, crisis de ansiedad y problemas en sus relaciones de pareja.
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23 años de cárcel
En Canarias Ahora podemos atestiguar que el Lawfare existe. Lo vivimos de cerca entre 2015 y 2022 cuando informamos con todo detalle de cómo el exministro José Manuel Soria (PP) y el exjuez Salvador Alba conspiraron para acabar con la carrera política y profesional de la magistrada Victoria Rosell (Podemos). Y lo volvemos a vivir ahora con el intento de Alba de vengarse en la persona del director de nuestro periódico, Carlos Sosa, tras haber sido descubierto, juzgado y condenado a los tres delitos más graves que puede cometer un juez (cohecho, prevaricación y falsedad en documento judicial) a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación.
Con la ayuda de una jueza de Madrid que ha desoído incluso al Ministerio Fiscal, Alba ha conseguido que Carlos Sosa se siente en el banquillo para responder a una petición de 23 años de prisión y a una indemnización de 422.500 euros simplemente por haber informado con todo rigor de sus delitos y de sus trapisondas para eludir la acción de la justicia.
Cuando ambas alcanzaron la mayoría de edad interpusieron denuncia, detalla la Fiscalía, que considera que los hechos son constitutivos de dos presuntos delitos continuados de agresión sexual a menor de 13 años y exhibición de material pornográfico a menores. Solicita también la prohibición de comunicarse con las víctimas ni acercarse a menos de 500 metros, la inhabilitación para cualquier profesión relacionada con menores durante seis años y el abono de 25.000 euros en concepto de indemnización para cada víctima, más 3.000 euros adicionales a la mayor por daños psíquicos, y los gastos derivados de los tratamientos médicos y farmacéuticos.
El juicio se celebra el próximo martes a las 09.30 horas en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.
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