Pintan bastos para la multinacional holandesa de la alimentación Ahold, que tiene en Canarias, y especialmente en la provincia de Las Palmas, una notable presencia con sus marcas Hiperdino y Supersol. La política de expansión en las Islas de esta firma, cuya cotización en Bolsa ha caído estrepitosamente hasta el 15% de su valor de hace pocos días, podría invertir su tendencia y cambiar de manos en cuestión de poco tiempo. Nada queda en esa cadena de vestigios de propiedad canaria, lo que supone una tranquilidad por una parte, pero no es nada recomendable que tantas superficies alimentarias, con tanto personal y con la creencia popular de que forma parte del tejido isleño, pase apuros y los analistas presagien problemas con bancos, proveedores e instituciones. Y encima con algún que otro desagradable incidente, incompatible con las necesarias buenas relaciones que debe guardar una multinacional en territorio ajeno.