El año 2002 no pasará precisamente a la historia como el mejor de la era de Paco Sánchez, alcalde de Valsequillo. Los líos con la privatización del agua y el desgaste propio de los años (de gobierno) con mayoría absoluta y vuelta al ruedo, han producido una indiscutible quiebra que es previsible pase sus correspondientes facturas. Sus seguidores son conscientes de la situación, y los estrategas de su partido, Asva, una agrupación vecinal integrada en Coalición Canaria, han decidido que lo mejor es pasar a la acción y empezar por reconocer que pintan bastos. No como Aznar, nos apresuramos a decir, que todavía anda buscando alguna rendija por la que tratar de demostrar que el Prestige no se ha hundido. En Valsequillo no, allí los de Asva han llenado las farolas y las esquinas de carteles confeccionados al más puro método amanuense en los que se pueden leer frases como “Pese a todo, Asva te desea feliz 2003”. La cosa puede tener su lectura perversa, aquélla según la cual los dirigentes municipales restriegan por las narices de los vecinos sus críticas y veleidades opositoras. Pero preferimos quedarnos con la lectura sana y de buen rollito: reconocen sus errores y hacen propósito de enmienda. A ver.