Somos sensibles a las críticas de nuestros lectores, y este viernes hubo unas cuantas opiniones recriminándonos que fueramos tan crípticos cuando hablamos de los asesores del ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar. Nos consta que en el propio ministerio se quedaron muy escamados, y ni siquiera los que consideramos poco aptos para las tareas encomendadas (los llamamos ineptos) se dieron por aludidos. Se trata, por tanto, de una prueba más del grado de ineptitud de esos asesores, concretamente los que desarrollan su tarea en el Gabinete de Comunicación del ministro, incapaces siquiera de interpretar las notas a ellos dirigidas. Los motivos de este cabreo nuestro vienen de muy atrás, de continuas faltas de profesionalidad y de tacto, pero tuvieron su detonante este jueves por el modo de gestionar informativamente el dictamen del Consejo de Estado sobre el istmo. Tan mal lo hicieron que hasta le echaron a perder una rueda de prensa al secretario general del PSC grancanario, José Miguel Pérez. Pero no se dieron por aludidos, lo cual empieza a ser grave.