Eso es un pino, y lo demás, contrachapado. El que desde este martes empezó a arder después de que le cayera encima un rayo, muy cerca de la Caldera de Taburiente, continuaba la noche de este miércoles ardiendo de lo lindo. Los cronistas de la isla hacen una descripción del suceso ciertamente llamativa: el alto contenido en tea de la madera trae de cabeza, atención, a dos cuadrillas de la unidad de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, a un retén de Parques Nacionales y a un helicóptero que apoya desde el aire. Pero el pino, que es enorme y morrúo, no afloja, lo que obligará a las cuadrillas a “subir por el tronco para atacar las llamas de frente, y conseguir calmar el incendio”.