Pero además de los concejales del PP, a Telde la metieron en el pozo de la vergüenza los concejales de AFV-Ciuca, con el inigualable Guillermo Reyes a la cabeza. El que fuera concejal de Urbanismo de la ciudad no está imputado que sepamos en ninguna trama de corrupción, papel que ha reservado al que fuera su mano derecha, José Luis Mena, jefe de la oficina de Urbanismo y en estos momentos investigado en el marco de la operación Doramas. Reyes, hombre solidario donde los haya, ha puesto todo su empeño en sacar de este trance a su colaborador, para lo cual incluso se permite preguntar en los plenos del Ayuntamiento por el nombre del político que encargó un informe a un arquitecto de Sevilla que certificó que en los tiempos del PP y de Ciuca se pagaron a Mazotti 800.000 euros por un potrero que nunca debió costar más de 400.000. Reyes afirmó ante un atónito auditorio que aquel informe sirvió para imputar a Mena. Nada dijo de ese sospechoso sobrecoste, para el que se emitieron pagarés desde Urvitel que fueron devueltos por el desbarajuste en que los mismos cuatreros metieron a esa empresa pública.