Mientras se configura el nuevo Gobierno y se parcelan las competencias de cada cual (luego vendrán los cruces de viceconsejerías y direcciones generales, y el consiguiente relajo) los nombres que han venido sonando empiezan a quemarse. Comentan los más expertos que Román aceptará lo que le den, siempre que pueda hacer política desde la Vicepresidencia. Eso invalida completamente la candidatura de María del Mar Julios a ese puesto, lo que significa que además de sus compañeritos de Ican, tiene algún que otro enemigo suelto por ahí. Como lo tiene Águeda Montelongo, del PP de Fuerteventura, que ha sonado para Empleo y Asuntos Sociales, no sólo porque valga para el cargo, sino porque dicen que alguien la quiere quemar. Y si ese alguien es el marqués de las Dunas, ya puede doña Montelongo pedir la extremaunción. De Mercedes Roldós no queremos volver a hablar por el momento porque, entre otras cosas, tiene una cena pendiente con este periódico por no haberse creído que Larry Álvarez iba a ser el nuevo hombre fuerte del Cabildo grancanario.