Lo venimos advirtiendo desde el primer día: cuidado con esa bala perdida que Coalición Canaria ha metido en el Cabildo de Gran Canaria en forma de consejero del CCN, que va a provocar muchos disgustos. Empezaron mal Juan Domínguez y sus mariachis anunciando, al día siguiente mismo de las elecciones, que ellos podían darle a José Miguel Bravo de Laguna el consejero que le falta para la mayoría absoluta, tanto si lo autorizaba CC como si no lo autorizaba. Aquel anuncio, amenaza, advertencia o bravata precipitó el pacto entre CC y el PP, y hasta en la firma del acuerdo se notaron las tiranteces: había que sentar a Domínguez como una fuerza política más porque así lo imponía el delegado de Nacho en Gran Canaria. Ahora, esta misma semana, el mismísimo Nacho González se ha entrevistado con Bravo de Laguna nada menos que para pedirle que se modifique el reglamento del Cabildo, de modo y manera que Juan Domínguez pueda irse al grupo mixto sin que CC, que quedaría entonces con dos consejeros, pierda la condición de grupo político. El presidente del Cabildo le ha dicho que no, que ya está bien de tantas exigencias, que sólo tiene un consejero y que se debe a la disciplina de CC, que para eso se presentaron todos juntos. Le faltó añadir, pero para eso estamos nosotros, que gracias a CC tienen ese consejero, que si no a estas alturas estarían haciendo los comités en una cabina telefónica.