No recordamos cuánto tiempo hace, más o menos, que recordábamos aquí una ley física que nos encanta por su inapelabilidad, la de la gravedad, o, como diría aquel famoso cabo chusquero, la que hace que un proyectil describa una trayectoria ascendente que luego se torna descendente por la Ley de la Gravedad, o mejor, por su propio peso. Hablar de pregones en Carnaval daría para mucho, porque como todo el mundo sabe, ha habido de todo. Como hablar de galas, que también nos chiflaría. El de este año en Las Palmas, a cargo de Pepe Dámaso, se ha llevado muchas crfíticas de determinada prensa por la vinculación del artista con otra determinada prensa, donde regalan una vajilla de las setenta primaveras del pintor agaetense. Pero, ¿puede alguien de determinada prensa criticar el pregón de Dámaso sin recordar el de The Beatles?