Porque puestos a enviar correos y a enlazar con las personas que a lo largo de un año contactaron con Celso Perdomo, habría que detenerse a prestar atención, por ejemplo, a los alcaldes del PP, destinatarios iniciales de la información supuestamente privilegiada que enviaba Industria. En el sumario aparece de modo claro el entonces alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, que se interesa telefónicamente ante Perdomo sobre algunos aspectos del concurso, de modo que se garantizara una más fructífera participación del Ayuntamiento. Porque, recordemos, se presentaron cientos de proyectos a ese concurso y, que sepamos, nadie ha declarado ilegal hacerlo. Pero nos sigue faltando contarles lo del asesinato de imagen, que lo tenemos pendiente de procesar.