La política tiene cosas incomprensibles, como que una médica consejera de Sanidad de una autonomía sea capaz de descalificar las investigaciones en células madre del ministro del ramo, Bernat Soria, y luego dejarse fotografiar con él en actitud amistosa, a la par que besucona. Algún día habrá que considerar políticamente incorrecto que a las políticas se las pueda besar y los políticos se estrechen las manos, en vez de repartirse sus ósculos (o sea, sin vicio ni intercambio de fluidos). Ahí la tienen a ella, siendo recibida por él, en una escenificación de los buenos tiempos de diálogo que se quieren trasladar ahora a la ciudadanía para que no consideremos que este Gobierno de Canarias está desnortado y proa al marisco.