Es lo bonito que tiene el Diario de Sesiones, que con todo lujo de detalles, incluso reflejando el tonillo empleado por sus señorías en esos minutos de gloria que les concede la tribuna de oradores, describe el posicionamiento de cada cual. Correspondió en octubre pasado defender esa enorme chapuza del concurso de las TDT nada menos que al consejero de Presidencia y Justicia, José Miguel Ruano, que se está acreditando como el miembro del Gobierno con el rostro más duro y pedestre de todos los que forman este Gobierno, a excepción de su vicepresidente, claro. Ruano dijo que el Gobierno actúo “en base a las bases” del concurso y que las críticas de Juan Carlos Alemán eran producto de la crispación que había llevado a la Cámara Juan Fernando López Aguilar. Está visto que cuando se quedan sin argumentos para defender lo indefendible, los miembros de este Gobierno ponen el automático y sueltan su penosa balacera.