Los ecopijos mantienen una teoría de la conspiración en la que este periódico es el centro operativo de mando: desgastamos a LV-PVC (¿se llaman así?) con nuestras críticas a su pacto con el PP en Santa Brígida y alimentamos a LV-GV-LVT (menudo potaje, sinceramente) para “restarles credibilidad”. Así figura en incontables opiniones de lectores cada vez que Los Verdes de Tenerife publica algo en este medio. Y ese “algo” suele ser riguroso, ya trate del gas o de la corrupción urbanística en Tenerife. Todavía estamos esperando alguna nota del PVC (no confundir con material para carpintería exterior) sobre cuestiones clave. Por ejemplo, ¿ya han investigado quién y por qué entregó el catastro de Santa Brígida en 2006 a Grupo Europa? ¿Es el Niño Lucas un “ni pincha ni corta” en el caso Brisan? Porque lo único reseñable que recordamos del PVC (lo hay en color blanco e imitando a la madera) fue una escandalosa denuncia del supuesto estado ruinoso y de abandono de la antigua terminal de Gando, que a las 24 horas tuvieron que rectificar porque se trataba de fotos del año del cólera. Un poquito de por favor...