En Nueva Canarias están muy procupados con el caríz que están tomando los acontecimientos porque están convencidos de que el grupo de gobierno en Telde (Ciuca y el PP) se han metido en la dinámica perversa de inundar los juzgados de denuncias con el único fin de deteriorar la imagen de los anteriores gobernantes y extender entre la ciudadanía que la corrupción no es patrimonio exclusivo de nadie. Para llevar a cabo ese propósito, el PP y Ciuca no se detienen en barras, y hasta son capaces de inventarse documentos, cuando no falseados, para poder hacer exactamente lo que quieren, guste o no al secretario de la Corporación. La querella de La Mareta es un ejemplo de lo más descarado. Nos explicamos.