La gracia que soltó Álamo

Muy sorprendido se ha mostrado el consejero de Deportes del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Álamo, con la reacción social ante la orden de desalojo del Insular dictada por esa Corporación a la Unión Deportiva Las Palmas. Un desalojo que pesa como una losa sobre los intereses estratégicos del club sencillamente porque existe un convenio firmado en tiempos de Gonzalo Angulo y un expediente de ruina que convertiría en negligente al que autorice según qué cosas en ese recinto. Pero Álamo, que es buen chico, debería guardar un poco las formas, especialmente para que el personal no piense que se alegra de los males amarillos. Así, debió tragarse para sus interiores de adentro (y dos piedras) la gracia que soltó hace unos días en el Centro Insular de Deportes, jactándose ante periodistas de “cómo estamos puteando a la Unión Deportiva”. Es el mismo consejero, por si no lo recuerdan, que le dijo por teléfono a Eulogio Romero que no podían instalar una pantalla gigante en el Estadio Insular para ver el Universidad-UD porque había un expediente de ruina. Pero qué ruina.