Andrés Montiel se posicionaba de esta manera tan poco sutil del lado de Cristina Tavío, a la que dedicó desde la tribuna los piropos y parabienes más empalagosos que puedan darse en política. En el lado opuesto, es decir, en el club de fans de Ángel Llanos, se situó el tesorero saliente del PP tinerfeño, Luis Villegas, que devolvió con la misma sutileza la ofensa a los seguidores de Cristina Tavío. Villegas fue capaz de descalificar su propia gestión en la tesorería del partido con tal de dejar a Tavío a los pies de los caballos con acusaciones muy serias que no sólo comprometían la capacidad de gestión de la presidenta insular, sino que ridiculizaban al tesorero por permitir tales desmanes sin haber dimitido en el minuto uno. Al final tuvo que intervenir la secretaria general insular, Candelaria de la Rosa, que sometió a votación el “verdadero” informe económico del partido, que fue aprobado.