Entre dos minutos y 118 segundos dicen los testigos presenciales que duró el abrazo que en el edificio Miller, del parque de Santa Catalina, se dieron el domingo electoral Ángel Ferrera, presidente de Unelco, y José Manuel Soria, dos exponentes de la época que pasó. Vimos lo que vimos y analizamos. Vamos a ver, si a Ferrera no se le pone al teléfono ni Jorge Rodríguez; si el PP perdió las Elecciones Generales, y en Madrid se cuece Endesa, y si era Ferrera el aglutinador (o Cola-Cao) de los desayunos con los diamantes en bruto que tenían a Mauricio como gran invitado, ¿a qué tanto abrazo? Los analistas de la escuela plateada (que ya se sabe que son la mar de sesudos) lo atribuyen a que a Ferrera se le acabaron las pilas del transistor y se perdió el recuento. Otros dicen que también dio abrazos en la sede socialista. Pero nosotros por lo menos no lo vimos.