La alcaldesa de Mogán se niega a declarar ante el juez que investiga el pucherazo y un denunciante se confiesa atemorizado

Foto de archivo de Onalia Bueno, alcaldesa de Mogán, junto a su abogado, Javier Velasco, en el exterior de los juzgados de San Bartolomé de Tirajana. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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La alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, se ha negado a declarar, “por recomendación de su abogado”, ante el juez que instruye la causa que investiga la presunta trama de compra de votos por parte del partido local Ciudadanos por el Cambio (Ciuca) en las elecciones municipales de 2015 y 2019. La misma estrategia de defensa han seguido los otros imputados que habían sido citados este jueves, los también concejales de Ciuca Mencey Navarro y Tania Alonso, el funcionario Salvador Álvarez y el empresario Luis Oller. 

El caso de Ramón Trujillo, otro de los investigados, es diferente. Este vecino de Mogán, conocido en la localidad sureña como El Perraya, solo ha contestado a preguntas de su letrado para confesar que tiene “miedo” por las amenazas que dice haber recibido del entorno de la alcaldesa para cambiar su versión de los hechos. Se trata de una figura clave en la causa, puesto que es un colaborador arrepentido de Ciuca -fue apoderado de esta formación en los comicios de 2015- que no solo ha reconocido su participación en los hechos, en la compra de votos, sino que ha descrito el modo de operar de la trama. 

Trujillo, investigado y denunciante a la vez, remitió en marzo un escrito ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para pedir testificar de inmediato ante las presiones que aseguraba estar padeciendo para que se desdijera. Meses antes había denunciado ante la Guardia Civil que había recibido una oferta de personas próximas a la alcaldesa para retirar su denuncia a cambio de 3.000 euros y un puesto de trabajo. Su comparecencia, al igual que la del resto de imputados, se señaló finalmente para junio, pero fue aplazada tras la primera ronda de declaraciones a petición de los otros encartados, que consideraban que debían finalizar antes todas las testificales propuestas para evitar que se generara indefensión. 

“Estoy constantemente amenazado, no puedo más, me quiero retirar de toda esta basura”, dijo El Perraya en declaraciones a la cadena Cope a finales de julio. En esa entrevista, Trujillo se ratificó en su denuncia. “Lo que dije en 2015, lo vuelvo a repetir en antena”. Es decir, que en esos comicios había participado en una trama que ofrecía 50 euros (en ocasiones, 150 y hasta 300) a los vecinos más vulnerables del municipio para que votaran a Ciuca. “Estoy más seguro en la cárcel que en mi casa”, ha manifestado este jueves ante el juez.

La estrategia de defensa pergeñada por el abogado de la alcaldesa de Mogán, Javier Velasco, del despacho de abogados de José Antonio Choclán, ha evitado de nuevo que Bueno responda a esas acusaciones. La regidora ya fue preguntada por la presunta trama de compra de votos en un agitado pleno celebrado en mayo de 2016 que acabó con la expulsión de la concejala de Nueva Canarias (NC) Isabel Santiago, que ejerce como acción popular en la causa. “Cuando me llame un juez le daré las explicaciones y ellos tendrán que aportar las pruebas necesarias de esa acusación”, se limitó a manifestar la líder de Ciuca. 

Vales de comida

Antes de que los imputados se negasen a declarar ante el juez, ha comparecido el último de los testigos citados, M.R.C., que se ha ratificado en todos los términos de la declaración que prestó ante la Guardia Civil en el año 2019. Manifestó que en los comicios de 2015 votó por correo porque así se lo pidió Ramón Trujillo, El Perraya, colaborador de la campaña de Ciuca y una de las personas que, según relató ante el magistrado instructor, más le ha ayudado en los momentos en los que ha atravesado dificultades económicas. Su solicitud aparece junto con la de su hija, en una de las remesas detectadas por la Guardia Civil en su investigación sobre este sistema que habría utilizado la trama para comprar voluntades. En concreto, estos votos se depositaron en la oficina de Correos de Hoya de la Plata, en Las Palmas de Gran Canaria.

Este testigo confirmó que estuvo en la sede de Ciuca en Arguineguín con Trujillo y otras personas y que allí dio su documento de identidad y sus datos, así como los de su familia, para que le rellenasen la solicitud para el voto por correo. Ante la Guardia Civil, había contado que cuando le llegaron los sobres a su casa se los entregó al colaborador del partido de Bueno y que desconocía cuál era su contenido, que se los entregó directamente. M.R.C. apuntó, además, que durante la época preelectoral, antes de la tramitación del voto por correo, Trujillo le había entregado vales de alimentos de “30 a 50 euros” para que pudiera comprar en un supermercado. 

Durante su comparecencia, ha insistido en que El Perraya le ha ayudado “en momentos de necesidad” y ha ayudado a su mujer a conseguir trabajo. A preguntas de la abogada de Mencey Navarro, primer teniente de alcalde de Mogán y concejal de Urbanismo, ha negado que en las elecciones de 2019 fuese a la sede de Nueva Canarias (NC), partido denunciante del presunto pucherazo electoral, como acompañante de Trujillo. 

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