La justicia avala el despido de un empleado de Ryanair en Tenerife que adoptó una actitud “agresiva” e hizo una peineta a sus compañeros
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha ratificado una sentencia en la que un juzgado de lo social da la razón a Ryanair por el despido de un trabajador que durante una huelga en la compañía advirtió a gritos a los pasajeros de que no se les iba a dar de comer ni beber en el vuelo.
Los hechos tuvieron lugar en el Aeropuerto Tenerife Sur el 2 de septiembre de 2019, día en el que estaba convocado un paro con servicios mínimos, y en el que, como se había cancelado el vuelo en el que el operario iba a trabajar inicialmente, se le designó a otro con destino a Liverpool, al que se negó a embarcar.
Además, sin tener permiso para ello y con el uniforme se dirigió a la zona de facturación y pidió al personal que comunicara por megafonía a los viajeros que en el transcurso del viaje no iban a poder comer ni beber, se señala en la sentencia.
El personal de facturación consultó a un superior, quien dio instrucciones para no hacer ningún comunicado ante la falta de órdenes por parte de la empresa.
Cuando el trabajador, que era supervisor de Atención al Cliente, y estaba afiliado a Unión Sindical Obrera (USO), fue informado de la decisión anterior adoptó una actitud calificada de “agresiva y chillando para que pudieran oírlo los pasajeros allí presentes” hasta el punto de que se le advirtió con llamar a la policía.
En ese momento el supervisor se arrancó la corbata y la tiró al suelo, pegó su cara a la del personal de facturación y tuvo un fuerte enfrentamiento dialéctico con él que acabó cuando un compañero le pidió que se marcharan del lugar, se indica en la sentencia.
Entonces el trabajador se dirigió a la puerta de embarque, donde estaban más pasajeros y chillando les informó de que no se les iba a servir nada de comida ni bebida durante todo el vuelo.
La persona que estaba en ese puesto le exigió que se marchara y ante su negativa le pidió su código de identificación, a lo que el trabajador respondió con una peineta mientras decía: “Aquí tienes mi código”.
A continuación el operario despedido se dirigió al puesto de la Guardia Civil en el mismo aeropuerto para denunciar lo ocurrido.
A partir de ese momento se inició un procedimiento disciplinario que culminó con la expulsión del trabajador de la compañía por incumplimiento de órdenes y comportamiento “abusivo y amenazador” frente a otros compañeros.
En primera instancia en el Juzgado de lo Social se le dio la razón a la empresa, fallo que ha sido ahora ratificado por el TSJC.
El operario justificó su actitud porque sólo quería que los pasajeros no permanecieran más tiempo en la situación de incertidumbre y desprotección en la que se encontraban.
El TSJC ratifica el despido pero reprocha a la empresa que no haya acreditado todos los hechos, como sería su obligación, y apunta que no hay constancia de que ningún viajero o trabajador se hubiese sentido agraviado.
El Tribunal Superior de Justicia de Canarias cree que puede existir una vulneración del derecho de indemnidad del trabajador, ya que puso lo ocurrido en conocimiento de la Guardia Civil y se recuerda que hay una sentencia de la Audiencia Nacional (AN) que condenó a Ryanair por vulneración del derecho a la huelga que tuvo lugar en aquellas jornadas.
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