El peor escenario planteado por Turismo en abril se torna realidad al inicio de la temporada alta en Canarias

Aeropuerto de Gran Canara durante la primera quincena de octubre.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

0

No contar con turismo exterior hasta la disponibilidad efectiva de la vacuna en septiembre de 2021. Esta fue la peor de las tres perspectivas que vislumbró la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias en su plan Fortaleza elaborado en abril que tenía como objetivo potenciar al Archipiélago como destino seguro. Ante la fuerza con la que ha golpeado la segunda ola de la pandemia en los principales mercados turísticos de Canarias, Reino Unido y Alemania, el área reconoce que las Islas están en el escenario más pesimista: “La temporada de invierno empieza en noviembre, que será muy flojo, pero no se da por perdida porque las expectativas siguen puestas en los meses siguientes”, explica. Londres y Berlín han anunciado confinamientos y cierre parcial de la vida pública hasta diciembre, pero ninguno de sus gobiernos ha descartado prolongar las restricciones. 

Este lunes, la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo ha presentado su tercer informe de previsiones sobre el impacto de la pandemia de COVID-19, en el que también refleja tres posibles escenarios ante el impacto de la COVID-19: optimista, central y pesimista. En todas las previsiones, se estima una caída del PIB canario en 2020 superior al 20%, que puede aumentar hasta un 24%, para luego recuperarse a lo largo de 2021 en un rango del 12,6% al 20,1% que no llegaría a los niveles de 2019. Y en base a las tres simulaciones de la Consejería, se estima que la bajada del PIB nominal suponga una caída de entre 9.852 y 11.746 millones de euros, lo que supone entre 4.575 y 5.455 euros por habitante.

Todo ello, en función de las proyecciones realizadas por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio sobre el mayor o menor ritmo de recuperación de la demanda turística, entre los que se incluyen factores como la oferta de capacidad aérea y la predisposición a viajar de los turistas.

Según este informe, tras la desescalada y la apertura parcial del sector turístico en el verano de 2020, primero con el mercado regional y después con el resto de España y el internacional, se mejoraron “ligeramente” las previsiones iniciales. De un cero, se pasó a un 20% de las llegadas registradas en 2019. El repunte de la pandemia en el Archipiélago durante agosto y septiembre propició que Reino Unido y Alemania establecieran restricciones para viajar al Archipiélago, lo que ha tenido como consecuencia que “muchas cadenas hoteleras” se hayan planteado el cierre de “alguno de los establecimientos turísticos que abrieron y concentrar la demanda sólo unos pocos”.

A partir de ese momento, el informe establece diferentes caminos para llegar a un mismo destino: la recuperación del turismo en niveles similares a los de 2019. Mientras los escenarios optimista y central fijan el inicio de la reactivación en el tercer trimestre de este año, la perspectiva pesimista se ha acercado más a la realidad actual, al prever que se cumplieran las previsiones de la Organización Mundial de Salud y se agravara la pandemia entre los meses de octubre y noviembre. Esta predicción vaticina una oferta alojativa cerrada y un estancamiento o disminución de la conectividad aérea. Y la Consejería de Economía establece el inicio de la recuperación “a lo largo de 2021”. Para el turismo nacional, vaticina un aumento en las llegadas en el segundo semestre de 2021 y para el turismo extranjero “no se alcanzarían valores superiores al 60%” de lo registrado el año anterior.

Empleo

En el empleo, se vaticina una reducción que oscila desde un 4,9% y hasta un 6,3%, es decir, entre 44.700 y 57.500 ocupados menos. Además, la recuperación se prevé en 2021 solo en dos de las simulaciones realizadas: un intervalo de incremento entre 13.500 en el central y 33.100 en el optimista. En el escenario pesimista, el Gobierno de Canarias prevé incluso un nuevo descenso del empleo estimado en 38.000 puestos de trabajo menos.

Y la tasa de paro se situaría en torno al 22% en 2020; aunque para el año siguiente se prevé una recuperación del Mercado de Trabajo en lo que a empleo se refiere, con un aumento en el número de ocupados sin superar los niveles de 2019, por la evolución de los activos la tasa de paro aumentaría en una horquillas entre un 22,9 y un 29,9%. El documento matiza que estos datos deben intepretarse con “cautela” puesto que los trabajadores afectados por ERTE en un principio se consideran como población ocupada, a la espera de su evolución futura.

Oferta y demanda

En cuanto la oferta, la Consejería de Economía estima que en 2020 se producirá una caída significativa en todos los sectores productivos y, en mayor medida en los Servicios, que representa en torno al 85% del total del PIB, con un descenso del 23,2%; seguido por la Construcción (-20,7%) y la Industria (-18,0%). El sector primario, por su parte, reduciría su actividad un -5,6%. Para 2021 prevé una “mejoría significativa” de todos los sectores, pero en ningún caso en niveles de 2019.

Desde la perspectiva de la demanda, se prevé que el consumo público siga experimentando un crecimiento positivo respecto al año anterior, “debido fundamentalmente por el incremento de los gastos sanitarios derivados de la mayor contratación de personal y otros gastos corrientes sanitarios”, según el informe. Pero todos los demás componentes del PIB dentro de esta óptica “se ven notablemente mermados por la crisis”, sobre todo para las exportaciones de bienes y servicios (-48,7%) ante el parón turístico y las importaciones (-20,9%), dada la menor demanda interna.

La Consejería de Economía aclara que estas previsiones deben interpretarse con cautela debido al alto grado de incertidumbre generado por la pandemia. Por ello, realizará actualizaciones periódicas en función de los datos económicos y la evolución de la crisis sanitaria. De hecho, en comparación con las previsiones anteriores de julio, el documento actual supone una revisión a la baja, mostrando un mayor descenso de la actividad en 2020, aunque también una recuperación más acusada en 2021. Y al igual que en la estimación de julio, se espera que a finales de 2021 los niveles de actividad serán todavía inferiores, en todos los escenarios, a los de 2019.

Etiquetas
stats