Diez lugares secretos a dos pasos del centro de Madrid
Viejos palacios, iglesias medievales, casas de arquitectura notable, jardines con varios siglos de historia, huellas de la guerra civil y hasta lugares que cambiaron la historia del arte a nivel mundial. Y todo ello a menos de una hora a pie de la Plaza Mayor madrileña. La capital de España es fecunda en lugares que ver y en una primera o segunda visita hay que ir tachando los lugares más importantes antes de ir a buscar los pequeños rincones que aquí te revelamos y que incluyen algunos monumentos que, de manera sorprendente, no están en la lista de los imprescindibles madrileños. Alrededor de estos hitos poco conocidos hay otros lugares que pueden ir completando este mapa de sitios que ver en una tercera o cuarta visita a la capital española.
Una joya a diez metros de la Puerta del Sol (Mayor, 4).- Por aquí pasan millones de personas al día, pero muy pocos se detienen ante la Casa Palazuelo, una de las mayores joyas arquitectónicas de esta parte de Madrid. La Casa Palazuelo se levantó en 1919 como uno de los primeros inmuebles de funcionalidad empresarial y económica de la ciudad: este impresionante inmueble aunaba galerías comerciales y oficinas siguiendo las modas que llegaban a Europa desde Estados Unidos. La visita es guiada y es una delicia. Más que recomendable. Cerca de aquí puedes ver otros rincones como el Callejón San Ginés (dónde está una de las churrerías más famosas de España) o la Casa Museo del Ratón Pérez (Arenal, 8).
Un jardín del Siglo de Oro en el Palacio O´Reilly (Sacramento, 7).- Es uno de los secretos mejor guardados del Madrid de Los Austrias. A dos pasos de lugares emblemáticos de la capital como la Plaza de la Villa o la Catedral de La Almudena. Este pequeño espacio verde es lo único que nos queda de un antiguo convento de Bernardas Descalzas que fue destruido en los combates de la Guerra Civil española. El jardín cuenta con una bonita fuente de bronce conocida como la Fuente de la Priora y es un rastro del siglo XVII que pasa inadvertida para la mayoría de los viajeros que se acercan a Madrid. El horario de apertura de este pequeño jardín es de lunes a viernes de 7.00 a 23.00. En torno a este pequeño jardín escondido se encuentran dos espacios muy bonitos de ver que pasan inadvertidos por lo escondidos que están: la Fuente de Diana Cazadora (Plaza de la Cruz Verde, 2) y la Plazuela de San Javier.
Capilla de Nuestra Señora y de San Juan de Letrán (Plaza de la Paja, 5).- A lo tonto, este edificio de la Plaza de la Paja es uno de los más antiguos de Madrid y uno de los pocos rastros de la ciudad medieval (principios del siglo XVI). El propio edificio es lindo de ver y merece la pena, pero las dos joyas del lugar es su puerta de nogal (con relieves que hacen referencia al Antiguo Testamento) que es una de las grandes obras de arte del renacimiento español y el retablo, un verdadero alarde de mediados del XVI. Los días de visita de este lugar son los martes por la mañana y los jueves por la tarde. Hay que reservar la visita escribiendo un e-mail a reservascapilladelobispo@archimadrid.es. Estamos ante uno de los pocos rastros del arte medieval que quedan en la ciudad y el valor histórico y artístico de sus piezas merecen la visita. Muy cerca de aquí puedes ver restos de las antiguas murallas madrileñas en la calle del Almendro y en la calle de Los Mancebos.
Otro jardín secreto en pleno centro histórico (Plaza de la Paja, 6).- El Jardín del Príncipe de Anglona es un auténtico superviviente. La relativa juventud de Madrid como capital española hace que los rastros de la ciudad más antigua sean escasos y se concentren en torno al eje que forman la Plaza de la Villa y la Plaza de los Carros. Este jardín de mediados del siglo XVIII forma parte de un antiguo palacio que hoy alberga un restaurante. Muy cerca de este jardín puedes ver la Iglesia de San Pedro el Viejo (Del Nuncio, 14) que es de las más antiguas de toda Madrid. El templo es del siglo XIV y pese a las modificaciones es un buen ejemplo de arquitectura mudéjar (ese estilo español que unifica las corrientes europeas cristianas –principalmente románico y gótico- con el arte andalusí musulmán).
Los frescos de Goya de San Antonio de La Florida (Gta. de San Antonio de la Florida, 5).- Nunca entendimos porqué este lugar no es visita obligada del turismo cultural que visita la capital. Esta pequeña iglesia neoclásica formaba parte de los jardines del Palacio Real cuando Goya recibió el encargo de decorar sus paredes y su cúpula. Y el resultado es una de las obras cumbre de la pintura española de todos los tiempos. El inmortal ‘sordo’ aprovechó la ocasión para hacer historia: metió en una representación religiosa al pueblo de Madrid (mendigos, manolas y gentes del común que se mezclan con santos y ángeles) y también creó un universo que adelanta el impresionismo de la segunda mitad del XIX. Para muchos, esta capilla es el punto inaugural de la pintura contemporánea. Los restos mortales del pintor reposan aquí aunque su cabeza se perdió en Burdeos. Cosas de la historia. La ermita se puede visitar de martes a domingo de 9.30 a 20. Desde aquí puedes dar un paseo por el renaturalizado Río Manzanares que se ha convertido en un espacio natural bellísimo lleno de vida. Otro punto interesante de ver muy cerca de aquí es la Estación de Príncipe Pío (Cuesta de San VIcente).
Una estación de metro convertida en museo (Plaza de Chamberí, sn).- Esta estación de metro formaba parte de la primera línea del subterráneo madrileño cuando éste empezó a funcionar en 1919. El porqué de este pequeño ‘museo’ del metro madrileño es su tamaño. En los años 60 la longitud de las formaciones creció y dejó chica una estación que se cerró a cal y canto durante décadas. Ahora se ha reabierto como centro cultural y es como cruzar una puerta temporal hasta los años 20 ya que la estructura y la decoración de la estación son de la época y se restauraron los elementos de la parada original. Hoy, este lugar forma parte de la red de centros de interpretación del metro de Madrid (el mejor metro del mundo con diferencia y si hay que decirlo se dice).
La casa del mago de la luz: ver el taller de Sorolla (Paseo del Gral. Martínez Campos, 37).- El pintor Joaquín Sorolla vivió en este palacete durante muchos años y aún puede sentirse la presencia del artista en la que es, según los críticos que saben de esto, una de las mejores casas museo de toda Europa. Aquí no sólo vas a poder ver el taller del maestro; también una gran selección de sus mejores obras, objetos de todo tipo –con una de las mejores colecciones de cerámica tradicional de toda España-, fotografías, documentos y un precioso jardín diseñado por el propio artista. Este es uno de los mejores museos de todo Madrid pero no suele estar muy concurrido. Hay que visitarlo por lo que representa la figura de Sorolla, pero también porque es una fotografía muy fiel de la vida burguesa de principios del siglo XX. El museo se puede visitar de martes a sábado de 9.30 a 20.00 y el domingo de 10.00 a 15.00.
Las huellas de la Guerra Civil española en el Parque del Oeste (P.º de Moret, 2).- La zona de Ciudad Universitaria fue uno de los frentes más activos de la defensa de Madrid durante la Guerra Civil española. Desde aquí se controlaba el Puente de los Franceses, uno de los accesos a la ciudad desde la orilla oeste del Río Manzanares. En el actual Parque del Oeste pueden verse hasta tres estructuras de la línea de defensas republicanas: tres nidos de ametralladoras fortificados que son los únicos de la veintena de búnkeres que se construyeron en la zona en plena contienda. Muy cerca de aquí hay varios puntos de interés como el Museo de América (Av. de los Reyes Católicos, 6) o el llamado Faro de Moncloa (Av. de la Memoria, 2), una torre mirador que ofrece una buena panorámica de la ciudad.
El ‘Colegio Mayor’ de los genios (Calle del Pinar, 21).- Hablar de la Residencia de Estudiantes es hablar de uno de los periodos dorados de la cultura española. Esta institución sirvió de colegio mayor a algunos de los estudiantes más notables del primer tercio del siglo XX. Aquí vivieron Lorca, Dalí o Buñuel en una época en la que las vanguardias españolas crearon una nueva edad dorada de la cultura nacional tras los laureles del Siglo de Oro. Visitar la residencia es un buen plan para mitómanos y, también, encontrar un pequeño oasis de tranquilidad en pleno centro de Madrid. Muy cerca de aquí puedes ver el Museo de Historia Natural (José Gutiérrez Abascal, 2).
Comer como los dioses en unos túneles del siglo XVII (San Blas, 4).-La Bodega de los Secretos es un restaurante situado en el Barrio de Las Letras que se ha instalado en un lugar singular. Uno puede venir aquí para disfrutar de la carta (se come muy bien la verdad) pero también para ver el curioso sistema de bóvedas y túneles que, según dicen, se construyeron en el siglo XVII para pasar mercaderías de un lado a otro sin tener que rendir cuentas al fisco.
Fotos bajo Licencia CC: Nieves González; Fredi Vallina; juantiagues; José Félix; FlyingCrimsonPig
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