Pequeña Guía de Los Oscos y Carballido: montes salvajes en la frontera galaicoasturiana
La Ría de Ribadeo marca el punto de unión de las comunidades autónomas de Asturias (a Oriente) y Galcia (hacia el Occidente) en un tramo de costa realmente espectacular en el que se alternan pueblos de pescadores o entornos costeros preciosos como la famosa Playa de Las Catedrales (LU-P-0610), una de las combinaciones más hermosas de geología y mar de toda España, o la impresionante Ría de Foz (N-642). La mayoría de los viajeros y viajeras que transitan entre estas dos regiones históricas del norte peninsular eligen las rápidas vías que corren junto a la costa (la autopista A-8) y que permiten llegarse hasta La Coruña o Santiago de Compostela en apenas un par de horas (154 y 192 kilómetros respectivamente desde la localidad de Ribadeo). Pocos son los que eligen hacer la ruta de interior y merece la pena el rodeo si vas de paso para poder visitar lugares como Taramundi, la comarca de Los Oscos o las fragas de Carballido, el macizo gallego donde, por ejemplo, nace el Río Miño.
El norte de España se caracteriza por una combinación ideal de naturaleza, historia y cultura. Y este trozo de territorio compartido por Galicia y Asturias no es ajeno a esta realidad. Y eso se deja sentir desde que dejamos atrás las últimas aguas mansas de la Ría de Ribadeo y nos internamos por los montes siguiendo la carretera A-21 camino de nuestra primera parada: Taramundi. Esta localidad asturiana es famosa en todo el país por la calidad de su cuchillería (la que presume de más renombre es la Cuchillería Antonio Díaz –Vega Llan, sn-). Pero Taramundi es mucho más que sus afamados cuchillos y navajas: aquí se respira una cultura montañesa muy potente que se articula en torno a dos elementos: el agua y el ganado. Dos factores fundamentales que configuraron la historia del pueblo desde sus raíces más profundas: como las que se pueden ver en el Castro de Taramundi (Solleiro, 6), un viejo poblado celta que estuvo habitado desde la Edad del Bronce hasta bien entrados los tiempos de la Hispania romana (hasta se ha identificado una especie de terma).
Y el agua. El agua que riega los pastos y alimenta a los bosques también generó una cultura que se manifiesta de manera genial en los molinos de agua de la comarca. Y en Taramundi se localizan los más grandes, los más complejos y los mejor conservados de toda la zona. La Ruta del Agua los conecta en un paseo muy bonito que se inicia junto al Museo de los Molinos de Mazonovo y que culmina en el Centro Etnográfico Os Texois, otro complejo industrial hidráulico que aprovechaba la fuerza del agua para moler el grano y mover un batán (máquina usada para compactar tejidos), una piedra de afilar y un mazo (de una fragua). Hasta la llegada del vapor, el agua fue la principal fuerza motora de las industrias humanas. En Taramundi, por ejemplo, la abundancia de torrentes y los depósitos de hierro posibilitaron el florecimiento de su industria cuchillera. Aprovecha el paseo para visitar la Cascada del Arroyo da Salgueira Una fabada de escándalo en el Hotel Taramundi (Mayor, 8).- Nosotros comimos en el Hotel taramundi varias veces y la verdad es que salimos más que satisfechos. Fabadas riquísimas, carnes en su punto, cachopos muy buenos y un arroz con leche que quita el hipo.
Un paseo por Los Oscos.- La comarca de Los Oscos está formada por los municipios de Santa Eulalia, San Martín y Villanueva. Tres pequeños territorios de montaña en los que se puede disfrutar de paisajes preciosos y de hitos históricos de importancia como el Palacio de Mon (San Martín de Oscos), un soberbio palacio fortaleza del siglo XVII que es uno de los exponentes del barroco gallego rural –aunque estemos en Asturias-, la casona dónde nació el Marqués de Sargadelos (Ferreira de Baxo) que hoy se ha convertido en un museo. O el Monasterio de Santa María de Villanueva de Oscos, que ocupa casi la mitad de todo el pueblo. Son la excepción que confirma una regla de arquitectura sencilla donde mandan la casa de piedra, el horreo (precioso el de San Martín de Oscos) y las pequeñas industrias vinculadas a la tierra, el agua y la minería. Como el Museo del Pan (Santa Eufemia), un viejo molino con horno, o la Fragua Mayor (Santa Eufemia), uno de los máximos exponentes de las herrerías que trabajaban por toda la comarca. Muy cerca de aquí se encuentra la Mina de Peña Tascón (A Ovellariza) que avituallaba de mineral a la fragua de Santa Eufemia. Es una de las minas de la comarca que pueden visitarse.
Los paisajes naturales y culturales de esta parte de la Península Ibérica fueron declarados Reserva de la Biosfera desde 2007 bajo el nombre de Río Eo, Oscos, y Terras de Burón. Naturaleza y vivencias acumuladas a lo largo de los siglos. El Castro de Chao Samartín (acceso AS-28) es un lugar de gran importancia para entender la complejidad de las diferentes culturas castreñas del noroeste peninsular. Cómo otros yacimientos similares, el castro empezó a ser habitado allá por la Edad del Bronce (unos 3.000 años antes del presente) pro lo importante de Samartín es su tamaño, la calidad de sus edificaciones y la particularidad de que fue abandonado de golpe después de un desastre natural (un terremoto o un corrimiento de tierras) ocurrido ya en plena época romana (siglo II). Y eso nos dejó una cantidad de información brutal que ahora puede verse en el museo de sitio. Muy cerca de aquí nos encontramos con otros dos rastros del pasado más remoto: la tumba megalítica de Canadeiro y los Petroglifos de A Xorenga –con más de 6.000 años de antigüedad ya eran ‘arqueología’ en la época del castro-.
Un salto hasta Carballido.- Del otro lado de la frontera se repiten los paisajes verdísimos y los pueblos de piedra y pizarra. Pero hay algo que en el lado gallego que nos falta en la zona asturiana: buenas manchas de bosque como las que forman el Parque Natural Carballido. Este lugar es un verdadero paraíso natural con joyas como las orillas del Río Eo o el Sendero dl Ferrocarril, una ruta de formato ida y vuelta (12,3 kilómetros por tramo) que transcurre por el trazado de la antigua línea férrea que partía desde Ribadeo y ascendía hasta el valle del Lorenzana conectando varias minas de hierro con el litoral. El tramo clásico de esta ruta (muy sencilla) une San Tirso de Abres (en Asturias) con el pueblo gallego de Pontenova siguiendo el cauce del Eo y pasando bajo seis túneles. Otro hito importante de este lado de la ‘raya’ es visitar el Nacimiento del Río Miño muy cerca del pueblo de Meira (donde hay un monasterio medieval –Santa María de Meira- que es interesante de ver).
Fotos bajo Licencia CC: charlotteinaustralia; Ángel M. Felicísimo
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