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La Tenerife más auténtica y tradicional persiste en la Isla Baja

El antiguo Castillo de San Miguel, fortificación del puerto de Garachico. VIAJAR AHORA

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El precioso pueblo de Garachico se agazapa bajo las coladas negras que bajan a plomo desde las alturas de La Montañeta. La lava, hoy solidificada en formas caprichosas, se encuentra con el mar formando uncurioso laberinto de brazos de piedra y canales de mar convertido hoy en una animada y pintoresca zona de baño ( El Caletón) habilitada con escaleras y solariums. Nadie diría que bajo las piedras oscuras duerme el pasado glorioso de un pueblo que, pese al esplendor de estos días, vivió sus mejores días algunos siglos atrás. El Castillo de San Miguel (Dirección: Avda Tomé Cano sn; Tel: (+34) 922 830 000; Horario LS 10.00 – 13.00 y 15.00 – 18.00 D 10.00 – 13.00) es uno de los testigos de aquellos días en los que desde estas cosas partían los afamados vinos tinerfeños hacia las ciudades más importantes de España. Villa y puerto de Garachico. Lugar que atesoró riquezas, iglesias, conventos y palacetes de las más poderosas familias de los siglos XVI y XVII hasta que el volcán sepultó la bahía Lugar que atesoró riquezas, iglesias, conventos y palacetes de las más poderosas familias de los siglos XVI y XVII hasta que el volcán sepultó la bahía y condenara al pueblo a vivir siempre pensando en aquellos tiempos mejores.

Aún así, Garachico es una de las visitas obligadas de los viajeros y viajeras que se acercan hasta la isla de Tenerife isla de Tenerife . Pueblo bonito, mucho. Y con mucha historia que se deja ver en sus calles y plazas en las que se alternan casonas de arquitectura tradicional canaria (en su estilo más noble), palacios y fastuosos conventos. Al Palacio de los Condes de La Gomera (Dirección: Plaza de la Libertad sn) también se lo conoce como la ‘casa de piedra’ y es uno de los mejores ejemplos de casa solariega de Canarias. Una muestra de la riqueza que concentró la antigua villa que también queda de manifiesto en otros edificios como la Iglesia Matriz de Santa Ana (Dirección: Calvo Sotelo, 12) o el ex convento de San Francisco de Asis (Dirección: Glorieta de San Francisco; Tel: (+34) 922 830 001; Horario: LV 10.00 – 19.00 S 10.00 – 15.00). El lugar que antaño ocupó el puerto es hoy una coqueta playa de arena negra; lo que el volcán cegó para el comercio se convirtió en un reclamo para el turismo; como si en 1705 la naturaleza adelantara lo que estaba por venir.

Garachico es la puerta de entrada de la conocida como Isla baja . Esta comarca, que abarca el extremo noroccidental de Tenerife, es una especie de isla dentro de la propia isla. Lugar que alterna pueblos con muchísima historia, grandes haciendas plataneras y tramos de un litoral salvaje que alterna pequeñas playas con impresionantes acantilados; algunos tan espectaculares como el de Los Gigantes. Pero vayamos paso a paso. La TF-42 corre en paralelo a la costa conectando los municipios de Garachico, Los Silos y, finalmente, Buenavista del Norte. En todos los casos se repite el patrón de pequeño pero bonitos cascos históricos donde brillan excepcionales ejemplos de la arquitectura más tradicional, imponentes fincas de plataneras y singulares playas marcadas por una geografía caprichosa.

Los Silos es un buen ejemplo de esto que decimos. Arriba, en el pueblo, alrededor de la Plaza de la Cruz se apelotonan la Iglesia neogótica de Nuestra Señora de la Luz y el impresionante Convento de San Sebastián (Dirección: Plaza de la Cruz sn; Tel: (+34) 922 840 004 Ext. 1021; E-mail: cultura@lossilos.es), monumento histórico artístico del siglo XVII que hoy alberga varias instalaciones culturales abiertas al público y la Oficina de Turismo. Si vamos hacia la costa Nos encontraremos con las omnipresentes fincas de plataneras que antes ocuparon viñas o campos de caña e ingenios azucareros. Y a orillas del mar espacios singulares como La Caleta o las piscinas municipales. En esta zona del litoral quedan vestigios de aquellos tiempos primeros. Como el Ingenio Azucarero (junto a la Punta del Risco de Daute; acceso por el camino a La Caleta) o los hornos de cal (Avenida Marítima).

Un patrón que se repite, algunos kilómetros más al oeste, en Buena Vista del Norte. La TF-42 se convierte en la Calle de la Alhóndiga y se hunde en un mar de casitas pequeñas hasta desembocar en la recoleta Plaza de los Remedios, marco en el que reina la Iglesia de Los Remedios, reconstruida tras un incendio pero, por suerte, respetuosa con los planos con los que la levantaron allá a mediados del siglo XVI. Más allá de perderse un buen rato por las callejuelas que forman este pueblo abigarrado , Buenavista es asiento de uno de los mitos gastronómicos de la isla. Muy cerca de la plaza se encuentra la pasteleríaEl Aderno (Dirección: C/ De la Alhóndiga, 8; Tel: (+34) 922 127 368; E-mail: info@eladerno.com) uno de los mejores hornos de la rica repostería tradicional de la isla. El viajero curioso entrará en la Casa de la Viuda (Dirección: C/ El Puerto, 63) una de las mejores muestras de arquitectura tradicional del municipio (siglo XVIII) que hoy es sede de la Casa de la Cultura.

Valle arriba, la TF-436 escala rápidamente hacia las alturas del Valle del Palmar y los secretos del macizo de Teno , pero nuestra vista no se apartará del mar en busca de los últimos confines de la isla. Nosotros tomamos el desvío hacia la derecha y seguimos la TF-445 camino de la Punta de Teno. Tras dejar las últimas casas del pueblo, el camino pasa junto a un campo de golf y un hotel de cuatro estrellas de reciente construcción. Después la naturaleza se hace con el control del paisaje y la carretera se pega al acantilado para superar los cien metros en apenas unos kilómetros. Los abismos que caen a plomo hacia el mar y varios túneles excavados en la roca viva a golpe de pico acentúan la sensación de lugar inhóspito e inaccesible. La recompensa que le espera al que no se amedranta por las apariencias de la ruta es uno de los paisajes más intensos de Canarias.

La Punta de Teno es el punto más occidental de Tenerife. Un capricho natural al pie de los famosísimos Acantilados de los Gigantes que, aquí, se dan un descanso en forma de pequeño llano que sale al encuentro del Atlántico. Un faro señala el lugar donde la tierra tinerfeña termina. Un par de playas de aguas siempre transparentes y las mejores vistas sobre los impresionantes cantiles de ‘Los Gigantes’ (que superan los 600 metros de caída en vertical) son el mejor regalo para los que llegan a este punto. Si el día está claro, a la ecuación paisajística se unen las vecinas La Gomera y La Palma.

COMER

La Cañada de Garachico (Dirección: C/ Tomé Cano –Garachico-; Tel: (+34) 922 830 117) Espacio gastronómico con pequeñas joyas de la cocina local con toques de alta mesa. Recomendable para tapear acompañados de los fantásticos vinos de Tenerife.

El Trasmayo (Dirección: Carretera General, Las Cruces. Tel: (+34) 922 830 274) Sencillo restaurante centrado en los frutos del mar. Pescados frescos y platos de la gastronomía tradicional tinerfeña.

La Cabaña (Dirección: C/ Puerto, 26 –Buenavista-; Tel: (+34) 806 421 031) gastronomía canaria sin pretensiones con una excelente relación calidad-precio. Muy buenos los pescados.

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