Así lo ha informado este domingo el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, quien ha precisado que se trata de una edificación de dos plantas más bajocubierta, de tipología unifamiliar tradicional adosada.
Según los informes técnicos, el edificio, que ha sufrido varios derrumbes interiores y de cubierta, presenta “un mal estado generalizado” y se encuentra en una situación de “riesgo de derrumbe”, derivado del agotamiento generalizado que presenta la estructura de cubierta del edificio, siendo su deterioro “de tal envergadura” que se considera totalmente inviable que se pudiera pretender proceder a su recuperación.
Por todo ello, el Ayuntamiento ha declarado el estado de ruina inminente y ha fijado en una semana el plazo para que la propiedad inicie las obras de demolición.